Mijain y Bolt, dos monstruos caribeños en Londres-2012
El campeón olímpico y mundial Mijaín López es actualmente a la lucha grecorromana lo que Usain Bolt al hectómetro: el referente del orbe, el rival a vencer, un verdadero monstruo.
Por eso quizás el abanderado de la delegación cubana a los Juegos Olímpicos de Londres aspira no solo a ganar su segunda corona en la división superpesada, sino a conocer al hombre más veloz del planeta, el Relámpago jamaicano.
La víspera, instantes antes de abordar el avión que lo llevó a la capital británica, López confesó a Prensa Latina su admiración por Bolt, y que le gustaría platicar más con el astro caribeño.
“(Bolt) es uno de los grandes protagonista del deporte mundial, me gustaría verlo y conversar con él en la villa olímpica, donde siempre hay muy buen ambiente”, comentó el gladiador de 29 años.
Al respecto, reconoció que disfruta mucho estos grandes eventos, sobre todo por la confraternidad entre deportistas de tantos países, y por la posibilidad de lograr resultados que alegren a su pueblo.
“Es muy lindo ser parte de estos colectivos, entregarlo todo y al final ganar una medalla” comentó López, quien negó sentir miedo por rival alguno, y mucho menos por los aviones, que le son familiares.
“Es un honor que Cuba deposite su confianza en mí, como luchador y como abanderado, mi meta es ganar mi segundo oro olímpico y darle ese alegrón a mi pueblo”, reiteró el luchador de 120 kilogramos.
Célebre por su tamaño (1,95 metros de estatura), poder y carisma, López es un beisbolista que devino luchador grecorromano, y desde los Panamericanos de 2003 es referente mundial de su categoría. Si bien en Atenas-2004 cayó en cuartos de final ante el ruso Khasan Baroev, a la postre campeón, López tomó desquite y con cuatro coronas mundiales es considerado el mejor del mundo en su peso.
Sin embargo, en el Mundial de Estambul-2011 perdió la final ante el turco Riza Kayaalp, de 22 años de edad, que se presenta como el gran obstáculo para las actuales aspiraciones olímpicas del cubano.
“Creo que esa derrota me vino muy bien, me obligó a sacrificarme un poco más y ahora llego con la mente más preparada que hace cuatro años”, estima la estrella de la escuadra entrenada por Pedro Val.
(Con información de Prensa Latina)
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