Una nueva matanza sacudió a Estados Unidos con el tiroteo que se produjo en un templo sij en Wisconsin, en el que fallecieron 7 personas; entre ellas, el atacante, y tres más resultaron heridas de gravedad.

Por el momento se desconocen los motivos del atentado que interrumpió la tranquila mañana de oración en un templo de la comunidad sij en las afueras de Milwaukee, en el centro norte de Estados Unidos, y las autoridades investigan los hechos como «terrorismo doméstico».

Aún con muchos detalles por precisar, las autoridades de Oak Creek, donde se produjeron los hechos, explicaron que una patrulla de policía se desplazó al edificio de la comunidad sij tras recibir una llamada de emergencia al 911 a las 10 de la mañana, hora local.

Al llegar al templo, los agentes de policía fueron recibidos a tiros por un individuo, aún sin identificar, a la entrada del aparcamiento.

Uno de los agentes abrió fuego contra el agresor y logró finalmente abatirlo, aunque recibió múltiples heridas de bala en el enfrentamiento y se encuentra en «situación crítica».

En esta ocasión, el objetivo del criminal fue la comunidad sij en Estados Unidos, y el FBI trata de dilucidar qué relación tenía, de quien solo se conoce que es un hombre, con esta religión.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su «profunda tristeza» y señaló que sus «oraciones están con las familias y amigos de las víctimas».

(Con información de CubaSi)