Por la soberanía de Nuestra América: el caso Assange y las elecciones en Venezuela (+ Video)

Suecia solicita la extradición y Julian Assange se presenta a la justicia británica  para responder a estas incriminaciones de Suecia.

Suecia solicita la extradición y Julian Assange se presenta a la justicia británica para responder a estas incriminaciones de Suecia.

Por Juana Carrasco Martín, especial para la Mesa Redonda

El ex imperio está enloquecido, porque el imperio está enloquecido, con esta frase, sayo para Gran Bretaña y Estados Unidos, se definió la situación existente en uno de los procesos esenciales que sacuden a la región latinoamericana y caribeña desde que Julian Assange, el fundador de Wikileaks, se refugió en la embajada de Ecuador en Londres.

Ecuador concedió el asilo diplomático a Assange, el creador del sitio de Internet que filtró casi 25 000 documentos, la mayoría de ellos informaciones, reportes y memorandos de embajadas estadounidenses y del Departamento de Estado que daban cuenta de loss planes, conspiraciones, actividades sucias de Washington; Gran Bretaña se niega a dar el salvoconducto y amenazó con invadir la sede diplomática ecuatoriana; los países integrantes de la ALBA y de Unasur se pronunciaron firmes, unánimes y de inmediato: Ecuador no está solo, ha pasado el tiempo en que el imperio hacia lo que le daba la gana…

América Latina se respeta, nuestros pueblos se respetan, dijo en el acto de inauguración de nuevas obras en Ciudad Guayana, el presidente venezolano Hugo Chávez Frías, refiriéndose al más reciente desencuentro del gobierno británico con una nación de nuestra América; y precisamente en la República Bolivariana, inmersa en una campaña electoral presidencial que da amplia ventaja al líder de la revolución para las elecciones del 7 de octubre próximo, otro desespero se expresa, el de la oligarquía representada por Henrique Capriles Radonski, que quiere desconocer lo que dicen las encuestas y al árbitro supremo electoral.

Ambos hechos, imbricados en una lucha de los pueblos por su soberanía, fueron abordados en la Mesa Redonda Informativa de la Televisión Cubana del lunes 21 de agosto, por las periodistas Nidia Díaz, Cristina Escobar y Elisa Beatriz Ramírez, y el Dr. Luis Suárez Salazar, profesor del ISRI, en un debate conducido por Arleen Rodríguez Derivet.

EL CASO ASSANGE

La filtración en la red de redes de las trapisondas de Estados Unidos, que ponían en evidencia no solo su política hacia el mundo, sino el desprecio con que trata tanto a sus propios aliados como a países y gobiernos que no son afines a la política norteamericana ha sido «el delito» de Wikileaks, que puso en el colimador de Washington al sitio en Internet y precio a la cabeza de Assange, y enmascararon la persecución del ciudadano australiano con un supuesto delito sexual en Suecia.

Le acusaron dos mujeres suecas —una de ellas de origen cubano y con fuertes vínculos a acciones contra la Revolución cubana, así que se sabe por dónde viene el problema— de practicar sexo por ellas consentido, pero sin protección, y esto es un «delito grave» en el país nórdico. Suecia solicita la extradición y Julian Assange se presenta a la justicia británica para responder a estas incriminaciones de Suecia.

Una análisis de la situación lleva a Assange y sus colaboradores de Wikileaks a la conclusión de que ese era el camino escogido por Londres y Estocolmo para extraditarlo a Estados Unidos donde le acusan de violar secretos de la seguridad nacional —motivo porque el que tienen detenido y sometido a proceso por traición al joven militar Bradley Manning, al que acusan de haber suministrado los documentos revelados por Wikileaks.

Por la llamada Ley Patriótica y los tribunales especiales que a su amparo existen en Estados Unidos, al creador de Wikileaks podría esperarle una condena a cadena perpetua e incluso la pena capital. Por esos elementos solicita su asilo político en la embajada de Ecuador en Londres, busca refugio en la sede de un país que tiene un fuerte mandato de soberanía y su presidente, Rafael Correa, una valentía suprema para enfrentar cualquier presión de Estados Unidos, hizo saber la madre de Assange y el propio defensor de la verdad.

Se conoce la estrecha asociación y el apoyo mutuo de Gran Bretaña y Estados Unidos —recuerden Las Malvinas—, y el tema de la extradición de Assange pone una vez más sobre el tapete la simulación de las grandes potencias respecto a los derechos humanos y los derechos civiles.

Hace más de una década el juez Baltasar Garzón —que ahora es abogado de Assange—, pidió la extradición a España del dictador chileno Augusto Pinochet para juzgarlo por la detención, tortura y desaparición de varios ciudadanos españoles y Londres hizo lo indecible para no cumplir la petición, que tampoco le convenía a España. Utilizaron un tecnicismo de las leyes británicas: un individuo culpable de asesinato, si no tenía suficiente lucidez no se le podía extraditar, y después de más de quinientos días en ese tejemaneje Pinochet fue para Chile a morir tranquilamente.

Se puso de manifiesto en la Mesa Redonda, la misma actitud hipócrita de Estados Unidos que ha recibido a criminales terroristas confesos, sicarios de la tiranía de Batista en Cuba, a los asesinos del canciller chileno Orlando Letelier, a Sánchez de Lozada el masacrador del pueblo boliviano en rebeldía, a los golpistas venezolanos, y a los terroristas emblemáticos Luis Posada Carriles y Orlando Bosch.

El escenario es bastante complicado, Gran Bretaña no quiere otorgar el salvoconducto al que está obligado por las leyes internacionales, Ecuador le exige que retire sus amenazas de invadir la embajada ecuatoriana, y Assange pudiera quedar en un limbo o verse en una situación bastante complicada si como afirma el canciller británico pudieran retirarle el estatus de sede diplomática a la embajada ecuatoriana.

Pese al supuesto deseo de ambas partes de dialogar, Londres mantiene su despropósito y Ecuador recibió respaldo inmediato y unánime de la América nuestra que espera que prime la sensatez en el gobierno británico, sabe que la razón no utiliza la fuerza, y la razón está con Ecuador.

Primero el ALBA, bien firme, rápida y consensuada en su respuesta de apoyo al gobierno del presidente Correa y su advertencia de posibles consecuencias; luego Unasur, que solo necesitó 20 minutos para su documento en que los 12 cancilleres concordaron en que Gran Bretaña no puede imponer sus leyes por encima del derecho internacional, de la convención diplomática e irrumpir en una sede diplomática.

Se espera por la OEA, que se reunirá el viernes a petición de Ecuador, en un encuentro un poco atrasado y en el que se prevé la negativa de Estados Unidos y de Canadá, quienes dicen que se trata de una cuestión bilateral y no tiene nada que ver con la OEA.

La pregunta clave la hizo el canciller cubano: ¿Estados Unidos va o no a pedir la extradición de Julian Assange?, porque el caso ya lo tienen montado: los dueños y colaboradores de Wikileaks están bajo investigación…

Los medios de la derecha, ya sean los de Ecuador, siempre en confrontación con el presidente Correa, como los internacionales mantienen la agresividad y la manipulación, al igual que el ataque de hackers a portales de Internet que son solidarios con Assange, y al propio Wikileaks, lo que no es más que ejercer la censura.

En este caso, como en otros desencuentros, confrontaciones y conflictos, la actitud arrogante y las amenazas de quienes fueron o son imperios. En este caso de Ecuador, la amenaza de Londres de que podía ocupar la embajada, fue por escrito, y el despliegue policiaco que el mundo está viendo en el centro de Londres dice a las claras que estamos en presencia de un cerco a la sede diplomática.

Ecuador explicó con transparencia y meticulosidad jurídica y política su actuación, consultó con el gobierno británico, sueco y australiano y también al de Estados Unidos, posición muy transparente y meditada antes de tomar la decisión del asilo político hecha el 19 de junio y se tomaron dos meses de trabajo paciente y sustentado en el derecho internacional

Consideró que efectivamente la integridad física de Assange está en peligro, no por esas acusaciones de delito sexual con visos bastante claro de fabricación por esa sueca de origen cubano y una amiga de ella.

El gobierno de Estados Unidos no ha hecho ningún compromiso de que no va a solicitar la extradición de Assange. De ahí que sea clave la reunión de la OEA.

A Assange pudiera pasarle lo que a los detenidos en la Base Naval de Guantánamo o a los Cinco cubanos antiterroristas, y Ecuador llegó a la conclusión de que efectivamente, corre peligro la vida de Assange.

La campaña hacia el 7 de octubre ya le está dando amplia ventaja a Hugo Chávez.

La campaña hacia el 7 de octubre ya le está dando amplia ventaja a Hugo Chávez.

OTRA FABRICACIÓN EN VENEZUELA

La campaña hacia el 7 de octubre ya le está dando amplia ventaja a Hugo Chávez. Lo dicen los estudios de opinión, una distancia grande entre el presidente bolivariano y el candidato de la oposición, de la oligarquía y del imperio, Henrique Capriles Radonski, quien está a la caza de votos de forma desesperada y maratónica, mientras los medios manipulan más de lo habitual, de forma exacerbada, y tratan de sentar un supuesto empate técnico donde no lo hay, en una confrontación electoral donde de un lado está la nueva Venezuela y del otro la oligarquía.

Están fabricando un Capriles, como cara nueva, muchacho nuevo y bueno que con el petróleo va a resolver los problemas del país, como si no fuera la buena administración petrolera de Chávez la que ha ido revirtiendo la pobreza extrema en que dejaron a Venezuela.

Otra de sus maniobras es descalificar al Consejo Nacional Electoral para cantar fraude, y por demás es desproporcionada la propaganda que hacen las 61 televisoras privadas, todas adversas al proceso bolivariano, para crear matrices de opinión que imponen estos verdaderos partidos políticos.

En el empeño de crearle una personalidad política a Capriles, desechan su pasado violento, y su condición de figura prominente de la oligarquía venezolana creadora de la falta de justicia y equidad social, y montan su campaña en la propia obra de la Revolución.

Su otro propósito es descalificar el resultado de las elecciones, y América Latina toda tiene que estar atenta y observando el escenario, en apoyo a la Revolución bolivariana, solidaria ella misma con los pueblos de América Latina y el Caribe, e impulsora del sueño de unidad e integración recuperado desde lo más profundo del pensamiento del Libertador Simón Bolívar.

Tenemos que mirar que esas elecciones en Venezuela son un campo de batalla, una especie de trinchera de las muchas batallas que se están dando en América Latina, la de Ecuador, la de Bolivia, la de Argentina, concluyó la Mesa Redonda.

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