Escrito por Arnoldo Fernández Verdecia

A la entrada de Contramaestre, al venir por carretera desde Santiago de Cuba, se alza majestuoso un mural dedicado a los Cinco Antiterroristas Cubanos: Gerardo, Ramón, Antonio, René y Fernando. La obra fue concebida por los artistas plásticos de la localidad: Andrés Batista y Nelson de Lima.

Un radiante sol, junto a la estrella que ilumina y mata, con Martí y una paloma a sus espaldas, invita a dialogar, al viajero de ocasión, o al que sencillamente recorre día tras días la ciudad, y tiene que pasar frente al mural.

No faltan montañas que albergaron en su vientre, a los rebeldes que hicieron la revolución y la extendieron a toda Cuba.

Otro motivo de diálogo, que ofrece el mural, tiene que ver con su ubicación. Al frente, la Carretera Central de Cuba; encima, el Ferrocarril. Desde arriba se puede bajar por cuatro lados, así que es una presencia latente, que condiciona, quiera o no quiera el espectador, una mirada de la que saldrá más fortalecida la causa de los Cinco.

El turista afortunado que viene a convivir junto al nativo, a disfrutar de una historia épica, quizás inexplicable para muchas naciones del mundo, tiene la oportunidad, con este mural dedicado a los Cinco, de hacerse una fotografía, y llevarse en el alma, el deseo de ser solidario con estos hombres, que ya cumplen en prisión, cerca de catorce años.

Un radiante sol, junto a la estrella que ilumina y mata, con Martí y una paloma a sus espaldas, invita a dialogar, al viajero de ocasión.

(Tomado de Radio Grito de Baire)