Egipto bajo un alud de violencia social
Las cruentas batallas que empezaron a palos y piedras en El Cairo entre opositores y partidarios del presidente Hosni Mubarak, derivadas de protestas sociales a causa de pobreza y hambruna, han tomando un camino alarmante.
Para los periodistas Arleen Rodríguez, Bárbara Betancourt, Elson Concepción y Óliver Zamora, participantes en la Mesa Redonda, Mubarak ha agudizado la tensión al aferrarse al cargo.
Los manifestantes exigen la salida de Mubarak, disolución del parlamento, nueva Constitución y nuevo gobierno. El ejército se ha apartado del conflicto, lo que hace pensar que le queda poco tiempo al mandatario, que este viernes tendrá que enfrentar una jornada que se avecina violenta.
El Cairo parece una ciudad sin ley, en medio de inmovilidad política, y la ONU ya mudó a sus funcionarios para Chipre. Israel está preocupado por la posibilidad de que los musulmanes se hagan del poder en Egipto.
Causa común
Las multitudinarias protestas populares en Túnez, Egipto y Yemen tienen un mismo origen: la pobreza producto de la implementación de políticas neoliberales.
En la Mesa Redonda se precisó que en el caso de Egipto la situación no puede durar mucho, debido al nivel de violencia que van tomando las manifestaciones. Ante esta situación social explosiva, a Mubarak le queda negociar su salida de la manera más conveniente.
La cuestión es en qué manera esos movimientos de protesta podrían convertirse en revoluciones, algo que Estados Unidos y el resto de Occidente impedirán dando una respuesta aparentemente política a una crisis del capitalismo neoliberal agudizado por corrupción.
La realidad es que Washington carece de salidas para la situación en Túnez y Egipto, como le ha ocurrido en Iraq y Afganistán, pero no le conviene que esos enfrentamientos crecientes lleguen a un baño de sangre y una guerra.
Tomado de Radio Reloj
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