Concluyó restauración del Cristo de La Habana
Coincidiendo con el aniversario 54 de la entrada a La Cabaña del Comandante Ernesto Che Guevara con la Columna 8 Ciro Redondo, concluyó la restauración del Cristo de La Habana y en una solemne ceremonia se recordó el 25 de diciembre de 1958, fecha en que fue develado el monumento y se rindió homenaje a su autora, la artista pinareña Jilma Madera.
El Cristo esculpido en mármol blanco de Carrara, Italia, y con una altura de 20 metros, sobre un pedestal de 3 metros, en una elevación que se yergue en la margen oriental de la bahía, fue restaurado por un grupo de especialistas encabezados por el ingeniero Carlos Bauta.
Al hablar en la ceremonia, el restaurador explicó que el principal problema de la escultura era las afectaciones sufridas por ser blanco de varias descargas eléctricas producidas por rayos, así como la contaminación biológica causada por filtraciones. Aseguró que se utilizaron los materiales más nobles existentes y trabajaron para que el resultado fuera lo más fiel al original.
Gladys Collazo Urzalán, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, recordó a Jilma Madera y su obra, así como los trabajos de restauración que le devolvieron la majestuosidad y esplendor al Cristo.
El Cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de La Habana, bendijo la escultura y expresó que con ella se inaugura una nueva imagen en el camino que se renueva en muchos sentidos en nuestra Patria.
Asistieron, además, a la ceremonia, donde actuó el Coro de la Academia de Canto Mariana de Gonitch que dirige Hugo Oslé; Henry Pérez Martínez, director general del Complejo de Museos Histórico-Militares; Monseñor Bruno Mussaró, nuncio apostólico en La Habana, destacados intelectuales y otras autoridades eclesiásticas.
En la construcción originaria del Cristo de La Habana, que se eleva a 51 metros por encima de la rada capitalina, se utilizaron 600 toneladas de mármol blanco, con 67 piezas y un peso total de 320 toneladas.
(Juvenal Balán, Diario Granma)
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