El Senado de Wisconsin autorizó a la policía a usar la fuerza contra sus 14 miembros por el Partido Demócratas, quienes están ausentes de esa Cámara para evitar la aprobación de una ley antisindical.

Según The Wisconsin State Journal, la resolución del legislativo dio plazo hasta las 16:00 horas hoy (hora local) para que regresen a su escaño en el Capitolio.

El rotativo comentó que no estaba claro si la medida adoptada por la Cámara era legal, pues las leyes estatales prohíben arrestar a legisladores en funciones, a menos que hayan cometido algún delito.

La crisis constitucional se produjo porque desde hace dos semanas el dictamen anti gremial está paralizado en el Congreso por la huída de los demócratas a estados vecinos, como Illinois.

Después de la resolución el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, lanzó el ultimátum de que “o regresan el fin de semana, o dejarán desempleados a mil 500 funcionarios públicos”.

También se adoptó la decisión de imponer multas de 100 dólares diarios a los senadores por cada día de ausencia al Congreso

Los demócratas indagan sobre la legalidad de esas conductas republicanas, que a juicio del senador Chris Larson el objetivo de Walter es dividir al Estado.

Las diferencias entre uno y otro partido en esta ocasión se produjeron ante la negativa demócrata de aceptar la reducción del déficit presupuestario estatal de 137 millones de dólares a costa de recortes de beneficios a los trabajadores públicos, entre ellos la negociación colectiva del sindicato.

También por orden del juez John C. Albert, aunque de modo pacífico, fueron desalojados los manifestantes que durante dos semanas expresan su repulsa a la medida frente al Capitolio en Madison, ciudad capital de Wisconsin.

Albert insistió a la prensa local sobre las facultades del Estado de regular la hora, lugar y modo de desarrollar las futuras protestas.

Las acciones sindicales contra la ofensiva republicana para eliminar los contratos laborales y derechos de los gremios, se han extendido durante las últimas semanas a casi 20 estados.

Los manifestantes acusan a los legisladores y en particular a los gobernadores, de aprovecharse de la crisis del presupuesto para destruir a los sindicatos, entre otras razones para eliminar su apoyo sistemático al Partido Demócrata durante los procesos eleccionarios.

(Con información de Prensa Latina)