El XVIII Encuentro Nacional de Solidaridad con Cuba fue inaugurado hoy en la Universidad Obrera, en la capital mexicana.

Al evento asisten alrededor de 500 integrantes del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, quienes proceden de diversas localidades del país.

Ellos, junto con representantes de organizaciones políticas y de otras representaciones sociales, programan las tareas a realizar durante este año en apoyo a la Revolución Cubana.

En la sesión inaugural usaron de la palabra Jesús Escamilla, dirigente de ese movimiento; así como los embajadores de Cuba, Dagoberto Rodríguez; y de Bolivia, Marcos Somic. Asimismo, el embajador de la Republica Árabe Saharaui, Ahmed Mulay Ali; la representante de la sede diplomática de Venezuela, Alba Méndez; y la directiva de la Universidad Obrera, Laura Juárez.

Los oradores destacaron la histórica solidaridad de México con la isla caribeña y con otros países, así como la trascendencia y el internacionalismo de la Revolución Cubana.

También se encontraba presente en el acto Antonio del Conde, El Cuate, quien colaboró con Fidel Castro y le vendió el yate Granma, en el cual 82 expedicionarios regresaron a Cuba desde México para reiniciar la lucha armada revolucionaria en 1956.

El programa del evento incluye conferencias magistrales, mesas de trabajo y sesiones plenarias sobre el acontecer de Cuba y las actividades en su defensa. La primera ponencia, acerca de las tareas y perspectivas del proceso revolucionario cubano, estuvo a cargo de Luis Morlote, diputado cubano y presidente de la Asociación Hermanos Sainz, de jóvenes escritores y artistas.

Llama la atención que entre los delegados a la cita se encuentran representantes de todas las generaciones.

Dos novios procedentes de la localidad de Xolchimilco, Lenia Itzu López, de 16 años de edad, y Samuel Aparicio, de 21, refirieron a Prensa Latina su admiración por la lucha y el ejemplo del pueblo cubano y de su sociedad.

Por su parte, otra delegada, la monja Leticia Gutierrez, de 80 años, coincidió en su simpatía con el proceso de la isla, que conoció por el monseñor Sergio Arceo (1907-1992), quien fuera obispo de la Diócesis de Cuernavaca.

La cita concluirá mañana con la aprobación de la Declaración Final y de otros documentos rectores del movimiento solidario.

(Prensa Latina)