Ponerle cerco a las causas que generan incendios
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
Las cifras no deberían tanto preocupar como ocupar a los involucrados en las más de 70 000 infracciones que se detectaron en el régimen de protección contra incendios en las diversas entidades y organismos del país, la mayoría de estas contravenciones asociadas a problemas organizativos en la seguridad, causa primigenia de las pérdidas anuales de unos 18 millones de pesos como consecuencia de estos siniestros.
En Cuba, el Cuerpo de Bomberos presta servicios a unos 100 000 objetivos que se protegen, de los cuales el 25 por ciento está clasificado como de alta peligrosidad. El teniente coronel Alejo Ramírez, especialista de Coordinación y Apoyo de esta fuerza, explicó en la Mesa Redonda que las incidencias detectadas se concentran en un 42 por ciento en los problemas técnicos de las inversiones.
En su opinión, para contrarrestar esta tendencia es necesario trabajar con más énfasis en la evaluación de riesgos, en la organización del sistema de control, en la capacitación y preparación de los trabajadores y de las brigadas contra incendios, y en la elaboración de planes de emergencia.
Precisó que las infracciones técnicas en los sistemas de seguridad están vinculadas muchas veces a que en las inversiones no se tiene en cuenta el mantenimiento posterior, como ocurre con las instalaciones eléctricas.
Hizo referencia a que los incendios se clasifican en cinco modalidades, desde principios de incendios, que pueden ser controlados por trabajadores o por las brigadas contra incendios; hasta los de grandes proporciones, de los cuales ocurren de 5 a 10 cada año, con daños económicos excesivos.
El teniente coronel sostuvo que estos fenómenos también se incrementan con el desarrollo de las sociedades, que complejizan más este escenario. En nuestro país la mayoría (el 68 por ciento) se producen en las zonas boscosas, el 12 por ciento en las zonas residenciales y el 4 por ciento en los centros económicos.
Precisó que los asociados a la vegetación ocurren con mayor intensidad entre los meses de febrero y mayo. Llamó la atención sobre el hecho de que muchos de estos se desatan a orillas de las carreteras, lo que prolonga sus consecuencias nefastas a la vía, ya que el humo puede influir en la poca visibilidad en el asfalto, mientras en otras ocasiones la dirección de los vientos ha expandido esta sustancia a las pistas de los aeropuertos y se han tenido que interrumpir las operaciones en estas áreas.
Los incendios, razonó, pueden ocasionar fugas en centros donde haya riesgos biológicos, químicos, o radiológicos, esto último no es común en Cuba, pero no puede dejarse al margen.
Las afectaciones, enumeró, no solo se ajustan a las directas, sino también a las dimensiones colaterales, como los daños a los terrenos donde no solo hubo que sofocar uno, sino que debe dedicársele tiempo, esfuerzo y recursos a resarcir los daños a la tierra con productos químicos.
El teniente coronel Raúl Horta Aguilera, jefe del Órgano de Coordinación y Apoyo del Cuerpo de Bomberos, puntualizó que la estructura de enfrentamiento a lo incendios en el país tiene unos sedimentos que se remontan a más de tres siglos atrás, y que en la actualidad se cuenta con un núcleo de trabajo bien organizado y amparado en todo un cuerpo legal que lo sustenta.
En estos momentos, dijo, se toman medidas preventivas en los edificios altos y se atienden con rigor las principales inversiones que se ejecutan en la nación, como los supertanqueros en Matanzas, y la zona de desarrollo del Puerto del Mariel.
En su criterio, hay que trabajar con más énfasis en la reducción de negligencias e irresponsabilidades que atenten contra la seguridad de las vidas humanas y de los recursos. “Se debe profundizar en la preparación y conocimiento de los peligros que se deben evitar en las redes de almacenamiento y suministros, hay que ser más exigentes con el cumplimiento de lo establecido legalmente y no dejar ninguno de estos elementos al margen”.
Especificó que en la etapa de verano, en cooperación con las Tropas Guardafronteras, se trabaja con intensidad, como mismo ocurre en la temporada ciclónica. “El sistema activa refuerzos y se enfrasca en cuidar al hombre y los medios en todo momento y se organizan los recursos para reaccionar a la altura de lo que se espera”.
La Escuela Nacional de Bomberos en el país ha formado a unos 2 094 técnicos medios y más de 5 500 especialistas que prestan servicios al sistema contra incendios a nivel nacional. La primer teniente Sarais Brooks Moreno considera fundamental la gestión de seguridad para que no surjan los incendios ni se desarrollen, e instó a la implementación de la resolución 39 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, donde se establecen las normas de la seguridad y salud en el trabajo.
Es fundamental, añadió, que se evalúen los riesgos, los planes de medidas que minimicen los efectos negativos por cada puesto de trabajo, la capacitación y organización de las brigadas contra incendios, implementar planes de emergencia, realizar el mantenimiento de los sistemas de protección contra incendios, verificar la funcionalidad de los sistemas de seguridad, garantizar productos y equipos y hacer comprobaciones efectivas para lograr una mejora continua, así como que los inversionistas apliquen las normativas a partir de principios intrínsecamente seguros.
El director de la Mesa Redonda, el periodista Randy Alonso, instó a que se planifiquen los aseguramientos de esta actividad por los directivos de las entidades y organismos en los planes y presupuestos cada año.
El teniente coronel Alejo Ramírez, especialista de Coordinación y Apoyo del Cuerpo de Bomberos de Cuba, se detuvo en el sector cuentapropista, porque “las leyes establecidas las tiene que cumplir todo el mundo”.
Randy Alonso, por su parte, hizo un llamado a enfrentar por toda la población las causas que originan un fenómeno de esta naturaleza, para que el sistema sea más óptimo y organizado.
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