Policía de EE.UU. mató a niño hispano que llevaba arma de juguete
Dos agentes de la policía de California (suroeste) fueron retirados temporalmente de sus puestos de trabajo mientras se desarrollan las investigaciones en torno a la muerte de un joven hispano de 13 años que llevaba un arma de juguete, la cual habría sido confundida por los funcionarios como una arma de fuego, por lo que le dispararon.
El incidente tuvo lugar este martes en la ciudad de Santa Rosa, y la víctima responde al nombre de Andy López, de 13 años. Las autoridades realizaron una serie de entrevistas la noche del suceso, informó el teniente Paul Henry a medios locales.
Los hechos se produjeron alrededor de las 3 de la tarde de este martes, hora local (22.00 GMT), cuando López portaba un arma de juguete, puntualmente la réplica de un rifle, que pertenecía a un amigo.
Mientras llevaba consigo el juguete, fue visto por dos agentes que patrullaban un poblado situado al suroeste de Santa Rosa, que tras confundir el implemento con un rifle real, le dispararon.
En torno a este hecho, el teniente de la policía local, Denis O’Leary, afirmó mediante un comunicado que previo a los disparos, se exhortó al joven a tirar el arma al suelo en diversas oportunidades. Sin embargo, al ver que el adolescente no seguía las órdenes le efectuaron diversos disparos; y fue declarado muerto en el lugar del suceso.
El juguete que motivó los disparos era similar a un fusil AK-47, con un cartucho desechable para balas y culata color café, según precisaron las autoridades. En el 2012, las calles de California fueron protagonistas de una ola de protestas, tras la muerte de los jóvenes latinos, Manuel Díaz, de 25 años, y Joel Acevedo, de 21 años, en manos de la policía local.
Las manifestaciones duraron casi dos semanas y dejaron más 150 detenidos, además de ocasionar varios enfrentamientos policiales. Los actos de calle exigían que las autoridades se responsabilizaran por el exceso policial.
Los policías que intervinieron en el hecho, no identificados, les concedieron un permiso provisional con goce de sueldo, autorizados por sus jefes.
Diversas organizaciones de derechos humanos alertan que alrededor de 500 personas han fallecido en Estados Unidos en los últimos años por el uso indiscriminado de la pistola eléctrica por parte de los policías.
(Telesur)
Haga un comentario.