Confusión sobre peso de OTAN en Libia evidencia profunda división de aliados
La OTAN está asumiendo gradualmente un mayor peso en las operaciones militares en Libia, pero las persistentes declaraciones contradictorias de sus países miembros evidencian las profundas divisiones que suscita la intervención decidida casi en último momento por la ONU.
Después de días de intensas negociaciones, los aliados acordaron elos terrestres.
Pero para Estados Unidos, la transferencia del mando se producirá en los próximos días, algo a lo que Francia no se opone, siempre y cuando la dirección política de la intervención corra a cargo de un grupo de países más amplio, que incluya a los árabes.
La confusión deja al descubierto las divisiones en el seno de la Alianza y la falta de una dirección clara en la intervención que el Consejo de Seguridad de la ONU decidió el 17 de marzo para evitar que Gadafi batiera a los rebeldes cuando se hallaba a las puertas de su bastión, Bengasi (este), y retomara el control del país.
“La zona de exclusión aérea, más o menos, se ha conseguido. Era necesario garantizar que (las fuerzas del régimen) no tomaran Bengasi”, afirmó el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping.
Pero “¿cuál es el próximo paso? Hay desacuerdos, hay rifirrafes” entre los miembros de la Alianza y “cuando pregunto si hay una hoja de ruta, veo que no la tienen”, criticó Ping.
El jefe del Estado Mayor francés, Edouard Guillaud, declaró este viernes que la duración de las operaciones de la coalición en Libia se prolongarán durante “semanas” y dijo desear que no duren “meses”.
“Dudo que sea cuestión de días. Pienso que será cuestión de semanas, pero espero que no sea de meses”, declaró el almirante francés, previendo que “no habrá un empantanamiento militar”, porque “la solución es política”.
Los embajadores de la OTAN se reunirán una vez más el domingo en el cuartel general de Bruselas en vistas a tratar de alcanzar un acuerdo final sobre el mando de las operaciones.
Fuentes diplomáticas en Bruselas recalcaron que la organización debe ejercer todo el control, político y militar, pese a las objeciones de Francia que apuesta por el grupo de países ampliado, que se reunirá el martes en Londres.
La relación entre el consejo político de la OTAN, que reúne a los embajadores de los 28, y su estructura militar “nunca, nunca se romperá”, aseguraron las mismas fuentes, estimando que el grupo de contacto estará ahí sólo para tener en cuenta su opinión.
“Todo el mundo debe comprender que la coordinación debe ser eminentemente política, aunque se apoye en la maquinaria de la OTAN”, insistió en cambio el presidente francés, Nicolas Sarkozy, reflejando que un consenso todavía no fue alcanzado entre los aliados.
(Con información de AFP)
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