Formación de maestros en Cuba: realidad y desafíos
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
Diciembre es el mes de los maestros y por ello es el mes más luminoso de Cuba, porque la educación corona la especie humana y la distingue, y la civilización no sería posible sin la entrega de quienes modelan nuestro aprendizaje. Sin embargo, esta responsabilidad trascendental podría distorsionarse si la propia formación de los que cultivan nuestro espíritu presenta insuficiencias o no se sigue de cerca este asunto estratégico. Desde esa perspectiva volvió el tema al espacio de la Mesa Redonda.
Rolando Forneiros, viceministro del Ministerio de Educación (Mined), explicó que los estudiantes que se forman como futuros docentes del nivel primario tienen la posibilidad de continuar superándose en diplomados y otros cursos de posgrado, al tiempo que puntualizó que el plan de formación está concebido durante 4 años para ellos con el objetivo de que la preparación sea integral y se ha previsto que una vez que se incorporen durante el primer año de trabajo puedan contar con un programa para su preparación para acceder a la licenciatura en Educación, que contará igualmente con pruebas de ingreso para pasar a este nivel de enseñanza, pero serán exámenes con particularidades ajustadas a sus perfiles.
También ofrecemos la posibilidad de que los que se forman en la educación técnica y profesional puedan formarse como maestros, si aprueban estos exámenes de ingreso que se han diseñado, en las universidades pedagógicas del país.
Enia Rosa Torres, directora de Formación del Personal Pedagógico en el Mined, comentó que el plan de estudios para los que serán maestros en secundaria básica incluye la preparación en dos asignaturas, lo que los faculta también para si en un futuro lo desean puedan aspirar a dar clases en el nivel medio superior. “El modelo plantea que el egresado debe comenzar en la secundaria básica y una vez que gane experiencia en este nivel, pueda optar entonces por una plaza en la educación media superior”.
Expresó que no se puede olvidar que en la secundaria básica, antes de tener un profesor general integral, teníamos a profesores en una sola asignatura, y ahora con este diseño lo que se pretende es tener una educación más personalizada, y como no estamos satisfechos con el general integral tampoco se puede pensar en un grupo que tenga 11 profesores, los cuales no van a tener las posibilidades de hacer un trabajo educativo eficiente, por eso se ha pensado que los profesores se preparen en dos asignaturas, y si después puede pasar al nivel medio superior, entonces podrá escoger en cuál de las dos especialidades desea quedarse.
Ahora se están desarrollando diplomados para los profesores generales integrales, de manera tal que se puedan seguirse superando. Aclaró además que el título de los PGI es totalmente válido.
Sobre la estrategia para perfeccionar el proceso de enseñanza y de aprendizaje en la asignatura de Inglés, argumentó que actualmente el Mined tiene una necesidad de 1 300 maestros de Inglés, los cuales se están supliendo en alguna medida con las teleclases y los propios maestros que están en las escuelas.
“Se ha analizado la posibilidad de que un mismo maestro de Inglés dé clases en más de una escuela, porque tiene una baja carga docente, y también se ha pensado en revertir esta situación con los que se están formando, ahora mismo ingresaron en este curso unos 520 en la especialidad de Inglés y en las universidades de Ciencias Pedagógicas se forman 2 334 estudiantes, lo cual aminorará esta demanda que aún tenemos insatisfecha”.
Deysi Fraga, rectora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, alegó que el profesional de la Educación debe caracterizarse por tener grandes modales y ser un ejemplo en la sociedad. Especificó que la preparación incluye una cultura pedagógica para enfrentar las diversas dificultades que pudieran presentarse en el proceso docente educativo.
Estamos enfrascados, dijo, en que al profesional de la Educación se distinga por su ética, porque tiene que ser ejemplo para sus alumnos, y para la sociedad toda. “Los que están en las escuelas tienen que seguir preparándose, para que formen a niños y jóvenes con los valores sociales que defiende nuestro país”.
Yanet Hernández, directora provincial de Educación en La Habana, subrayó que es una insatisfacción hoy para la capital que unos 3 000 profesores de otras provincias tengan que apoyarnos por las carencias que tenemos en las secundarias básicas. “Teníamos anteriormente más de 5 000 en estas circunstancias, y esta discreta disminución que hemos experimentado 4 años después se debe a la reincorporación de profesores. Por ello para La Habana tiene que ser un reto permanente la formación vocacional por el magisterio”.
Ena Elsa Velázquez, ministra de Educación, extendió una felicitación a todos los trabajadores del sector, quienes “tienen la responsabilidad de formar a los patriotas que le darán continuidad a la obra revolucionaria. Tenemos también que despojar a nuestras aulas de todos los vestigios de indisciplinas y de actitudes que puedan denigrar el trabajo que hemos cultivado”.
“Es importante, apuntó, que nuestros profesores y docentes se preocupen por su relevo, y esto naturalmente implica incentivar a los jóvenes para que sigan el trabajo de sus educadores”.
es muy interesante e importante el reconocimiento de los educadores en nuestro pais,porque sobre sus hombros llevan el peso de la educacion de nuestra nueva generacion.
quiero aprovechar para felicitar a la periodista Cristina Escobar pues soy una gran admiradora de su trabajo y en mi opinion es la imagen del periodismo cubano
felicitaciones cristina
Con mucho regocijo escuché la divulgación y vi la Mesa Redonda sobre la formación de profesores. Con gusto te expongo algunas experiencias personales:
Desde el año 1975 me gradué de profesoral básico de Español y Literatura en la hoy Universidad de Ciencias Pedagógicas “José de la Luz y Caballero” de la provincia de Holguín, que el día 4 de noviembre celebró sus 45 años
Fui alumna ayudante y me quedé laborando en esta institución hasta este momento que escribo. En el año 1980 obtuve la licenciatura en Filosofía, posteriormente la maestría en Ciencias de la Educación y el doctorado en Ciencias Pedagógicas. Aquí he sido siempre profesora, además, J Dpto. de Marxismo, vicedecana, decana, J Dpto de Cuadros.
Considero que nuestra Universidad hace honor al nombre del insigne maestro cuyo nombre ostenta y que expresó: “Sagrado este ministerio de la enseñanza, y tremendo por los deberes que impone”
En nuestros 45 años se han graduado más de 45 mil profesores y licenciados de las provincias Granma, Las Tunas y Holguín. Hemos aportado al desarrollo científico-pedagógico más de 190 doctores. Nuestros egresados en su gran mayoría se encuentran hoy en las aulas, en direcciones metodológicas, sindicales, estatales y políticas. Hemos convertido a nuestra Universidad en una gran escuela, en un templo de amor que marque una huella eterna en nuestros discípulos. Sin ser perfectos, los más estimulantes y sensibles testimonios nos los ofrecieron fundadores y egresados en los actos de festejo de hace apenas unos días.
El quid de la formación de profesores nos lo ofreció Luz: “Instruir puede cualquiera, educar, sólo quien sea un evangelio vivo”. Lo que adecuado a nuestros tiempos significa: tener un dominio de su materia y de la cultura general, que les permita poner a sus estudiantes al nivel de su tiempo, como decía Martí, ser portador de los más auténticos valores éticos de la nación cubana: decoro, dignidad, decencia, justicia; hacer del amor a la patria y la solidaridad humana un sostén de su concepción moral, mirar al mundo y a sus discípulos con la sensibilidad y el amor que demuestren un compromiso educativo permanente, alejado de populismo, ñoñería, tolerancia extrema. Unido a estas cualidades se impone la autosuperación permanente, el trabajo investigativo como forma de perfeccionar el trabajo docente-educativo, de actualizar los métodos y procedimientos empleados en la dirección del aprendizaje. En las condiciones actuales se impone el dominio de las nuevas tecnologías como instrumentos para conocer y defender la obra revolucionaria.
Nuestra Universidad fue evaluada por la Junta de Acreditación Nacional del MES hace un año y obtuvo la condición de CERTIFICADA, gracias al trabajo unido del claustro de profesores y estudiantes durante varios cursos. Del mismo modo, el Programa de Formación Doctoral también obtuvo tan honrosa distinción. Esos resultados nos comprometen más en mantener y elevar la calidad de todos los procesos sustantivos de nuestra Universidad que es nuestro granito de arena a las grandes exigencias sociales hacia la Educación.
Considero que las críticas que la sociedad hace a algunos educadores, deben fomentar la creación en nuestras aulas universitarias y en todos los centros escolares del país, la creación de un Código de Ética del magisterio cubano, el cual tiene suficientes paradigmas en que inspirarse para construirlo. Es necesario, pues como dijera nuestro Comandante en Jefe: “El maestro está obligado, ante todo, a plantearse ante sí altos requerimientos morales, ya que no se puede exigir a los demás lo que él mismo no practica. Solo puede educar el que es ejemplo”.
Nosotros seguiremos trabajando con amor para formar, por sobre todas las cosas, personas buenas y comprometidas con su tiempo.
Fraternalmente,
Dra C. Amarilys Batista Rodríguez, Universidad de Ciencias Pedagógicas Holguín