La desigualdad económica y el alto desempleo juvenil están entre los principales riesgos para el mundo en la próxima década, según concluye el Foro Económico Mundial en un informe presentado hoy en Londres.

De acuerdo con el documento “Riesgos globales 2014”, la creciente disparidad entre países ricos y pobres y dentro de los propios Estados es una de las mayores amenazas a la estabilidad, además de conllevar el peligro de crisis de alimentos y pandemias.

“Las diferencias económicas llevan a los países a centrarse en asuntos nacionales y dejar de lado políticas a largo plazo, como el cambio climático o la estrategia sanitaria, que son necesarias para la gobernanza mundial”, dijo a Efe John Drzik, presidente de riesgos de la consultora Marsh & McLennan y uno de los autores del estudio.

El informe anual del Foro, elaborado por académicos y empresarios de bancos y aseguradoras, analiza un total de 31 riesgos, a los que, según opinó hoy la economista jefe Jennifer Blanke, sólo se puede hacer frente con “cooperación internacional”.

Otras amenazas a las que hay que “adaptarse y prevenir”, señaló, son el elevado desempleo juvenil en “economías maduras” como Grecia y España, la posibilidad de “un apocalipsis cibernético” -una caída global de internet- y fenómenos meteorológicos extremos.

En cuanto al desempleo, que se considera un riesgo “probable” y “de gran impacto potencial”, los autores se refieren al desafío que afrontan los jóvenes que llegan a la mayoría de edad en esta década, con pocas oportunidades de trabajo y altos costes de educación.

Por la crisis financiera y la globalización, la generación más joven de los mercados maduros -a la que llaman “generación perdida”- encara “una situación desesperada, con cada vez menos oportunidades de trabajo y con la necesidad de soportar el envejecimiento de la población”, apuntó David Cole, jefe de riesgos del grupo Swiss Re.

Por otra parte, en los mercados emergentes, aunque hay más empleo, “los trabajadores aún no poseen el amplio conjunto de aptitudes necesarias para satisfacer la demanda”, añadió.

Cole subrayó la necesidad de dialogar con los jóvenes para buscar soluciones que aspiren a “crear sistemas educativos más adecuados y mercados de trabajo funcionales”, así como “un futuro sostenible”.

Otro riesgo importante destacado en el informe es el posible descalabro de la infraestructura de internet, debido a ciberataques o a causa de la erosión de la confianza provocada por la vigilancia gubernamental.

Según los expertos, los recientes casos de espionaje han socavado la voluntad de los países de colaborar para mejorar la gobernanza en la red.

“La confianza en internet está disminuyendo como resultado del abuso de datos, la piratería informática y las intrusiones en la privacidad”, advirtió en la presentación en Londres el jefe de riesgos de Zurich Insurance Group, Axel P. Lehmann.              Sin embargo, apuntó, “una fragmentación de internet (en lugar de soluciones consensuadas) no es la manera correcta de resolver este problema, ya que destruiría los beneficios que nos aporta a todos”.

Blanke, la economista jefe del Foro, recordó que cada riesgo examinado, entre los que se cuentan también posibles nuevas crisis fiscales, “encierra el potencial de provocar una falla a escala mundial”, pero “es su interconectividad lo que hace que sus repercusiones negativas sean tan pronunciadas ya que, en su conjunto, pueden ejercer un efecto aumentado”.

Sobre la posibilidad de futuras quiebras del sistema financiero, el informe indica que persiste “la incertidumbre sobre los activos de muchos bancos” y el peligro de que se creen nuevas burbujas inversoras como las que precipitaron la crisis de 2008.

Los miembros del Foro Económico Mundial, que reúne a empresarios y líderes políticos de todo el mundo, analizarán las conclusiones de este informe en su asamblea anual, que se celebrará entre el 22 y el 25 de enero en el enclave suizo de Davos.

(lainformacion.com)