El tono de las protestas en Ucrania se hace más bélico
En las calles del centro de Kiev cada noche se reúnen muchos jóvenes que aprenden a cargar en grupo y a protegerse. Se preparan para un posible encuentro con las fuerzas del orden ucranianas.
Evguén forma parte del batallón número uno, el más cercano a las barricadas, donde los opositores al Gobierno actual hacen guardia día y noche frente a la atenta mirada de la Policía antidisturbios. En los dos meses que llevan ahí, han desarrollado una estructura similar a la de un ejército, con batallones y comandantes que los dirigen.
“Tenemos rotaciones. Cuando la gente está agotada, vuelven a sus ciudades y otros vienen aquí. Hacen lo que yo les ordeno. Y yo, a su vez, tengo altos cargos que me dan órdenes a mí”, dice Evguén.
Los voluntarios como Evguén están repartidos por todo el centro de la capital, en barricadas que asedian el barrio donde se encuentra la mayoría de edificios gubernamentales. En las últimas semanas, el tono de las protestas se ha ido haciendo más bélico y ya es habitual ver a personas con atuendo militar y armas artesanales.
La entrada a la principal plaza, Maidan, está custodiada en todo momento por grupos que actúan como guardias. Y su actitud también se ha endurecido con el paso de los días. Especialmente desde la última punta de violencia que se vivió en Kiev la semana pasada con ataques que ya vienen por las dos partes.
Los opositores han cargado en diversas ocasiones contra la Policía y los antidisturbios utilizan agua a presión contra los manifestantes. Y esta semana han llegado hasta los 20 grados bajo cero.
“Todos pensamos que esto iba a durar menos, pero nuestros líderes son demasiado tolerantes. Hemos dejado nuestro trabajo durante mucho tiempo. Por eso, la gente ha perdido algo de respeto por los líderes de la oposición”, explica Evguén.
Con esta brecha entre manifestantes y líderes, las fracciones más radicales han ganado terreno entre la gente. Spilna Sprava y Pravi Sektor son los dos grupos más rádicales e incluso comparten elementos neonazis. Ellos han sido quienes se han responsabilizado de los actos violentos que han ocurrido desde el comienzo de las protestas. Cuentan con estructuras jerárquicas y rara vez conceden entrevistas.
Pero RT pudo hablar con uno de sus integrantes. El objetivo lo tiene claro y el tono de sus palabras lo dice todo. “Estamos luchando por una vida mejor en Ucrania y queremos echar al presidente, al cerdo ese”, dijo a RT un integrante de Spilna Sprava.
Y estas son las mismas ideas que se extienden en la plaza Maidan. “Estaremos en las calles hasta el final. Hasta que Yanukóvich y los suyos se vayan. Hasta-el-final”, indicó un activista.
Las películas bélicas que se proyectan en las pantallas de la plaza Maidán durante el día, contrastan con las oraciones y los cánticos religiosos que se escuchan de noche en el escenario. Esto ilustra perfectamente las dos tendencias que hay entre los participantes de las protestas. Ahora bien, cada vez está más en duda que los optan por la vía pacífica para resolver el conflicto sean mayoría.
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