Los horarios y el tiempo que no vuelve atrás
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
Los horarios, esa magnitud de tiempo que regula muchos de los procesos de nuestra vida cotidiana y que determina en buena medida el ritmo de las relaciones sociales del tejido social cubano, fue abordado este viernes, desde sus diversos ángulos, en la Mesa Redonda.
José Alejandro Rodríguez, premio nacional de Periodismo José Martí, ahondó en que el asunto es controversial, porque una de sus dimensiones es, justamente, que se hacen coincidir los horarios en los que se ofrecen servicios con los laborales, y eso tiene un peso negativo. “En algún momento se aprobó por resoluciones el escalonamiento para evitar este nudo, pero no se hizo valer por la vida. Volvimos a la coincidencia de los horarios y la gente en muchas ocasiones tiene que dejar de trabajar para revolver sus problemas”.
En su opinión, los servicios en Cuba están diseñados de forma tal que supeditan a la persona, cuando debería ser todo lo contrario. “Los servidores públicos tienen, justamente, que servir”.
No obstante, argumentó, esta mala concepción no justifica la indisciplina laboral, porque hay quien aunque se creen todas las facilidades va a seguir burlando su horario de trabajo. Y el argumento de la idiosincrasia para entender esto es un justificativo que no tiene lugar, “creo que a veces hemos sido rehenes de esa visión y el cubano ha dado muestras de muchos quilates de inteligencia, lo que pasa es que se ha resquebrajado mucho la exigencia”.
No es poco común, dijo, que haya quien llegue a su centro a las 10 de la mañana y 15 minutos después es que se abre, o que el cuadre de caja sea el pretexto para adelantar el cierre. Algo que sin embargo no vemos en los llamados cuentapropistas, porque pierde entonces el bolsillo individual.
El experto se detuvo además en que hay horarios restringidos de atención a la población que generan malestares y con ellos los que hacen turnos hacen su agosto. Por eso, insistió, tenemos que lograr un cambio raigal en los servicios en el país. “Además, políticamente es fatal, porque las personas sienten que los están humillando cuando consumen su tiempo”.
Sobre la concepción de los horarios, alegó que no se pueden aplicar las cosas de manera esquemática, quienes dirigen deben aplicar su inteligencia sin dejar de cumplir con los derechos de los trabajadores. “No puede ser que diseñamos las cosas de forma tal que la persona pague los platos rotos”.
Reflexionó igualmente sobre la mirada superficial que pudiera derivar este fenómeno. “Es un absurdo, y no pocas veces sucede, que se cumpla estrictamente con la llegada y el horario de cierre, y sin embargo usted haya dedicado toda la jornada a desatender su labor. Hay que revisar los contenidos de trabajo, porque también el concepto del pleno empleo nos hizo mucho daño, había muchas personas empleadas pero dándose cabezazos, y eso marcó a generaciones de cubanos”.
Gabino Manguela, periodista del semanario Trabajadores y de Radio Rebelde, llamó la atención sobre el hecho de que los horarios de trabajo se regulan legalmente, y que aún el reglamento del Código de Trabajo que aprobamos en diciembre no ha entrado en vigor.
“Los horarios de trabajo, precisó, los pone el jefe del organismo, y el Gobierno se ocupa de fijar los de los centros que se dedican a brindar servicios a la población, pero ello a partir de este reglamento. Por esta razón los actuales aún se rigen por la 187 de 2006, centrada en la disciplina y en los horarios”. Sobre esta letra legal, dijo, se esbozó la importancia del escalonamiento, porque se había observado una involución respecto a lo que se logró en estos elementos en las décadas de los 70 y los 80 del pasado siglo.
También te puedes encontrar, en esta materia, con cosas tan tremendas como la que observé en un centro nocturno de Santiago de Cuba, que anunciaba estar abierto las 24 horas y esto es algo insólito para sus fines.
Gabino, en su intervención, aportó un costado esencial: la cuestión del horario conspira contra la eficiencia, la productividad y lo que más se afecta es la economía del país. “En los centros de trabajo se habla de los mecanismos de eficiencia, de los salarios, pero casi nadie habla del cumplimiento de su horario de trabajo”.
Admitió que en las reuniones sindicales previas a este último Congreso se pidió hacer las reuniones en el horario laboral, porque de lo contrario las personas estarían dispersas, pero esto, en su criterio, es un problema para los que se dedican a ofrecer algún tipo de servicio.
También José Alejandro hizo énfasis en que se ha convertido en un pasatiempo nacional la impuntualidad. “Se ha degradado el valor de la puntualidad, que es el respeto al tiempo de los demás. A veces te citan para que lleguen en tiempo los morosos y hay que resolver el problema de que el tiempo es una categoría que no se puede revertir”.
La vida es un recurso no renobable y no hay tiempo para seguir perdiendolo.
CONSIDERO QUE AUN EN NUESTRO PAIS SIGUE SIENDO UNA ASIGNATURA PENDIENTE QUE A PESAR DE ESTAR BIEN LEGALIZADO POR LA FALTA DE CONTROL Y EXIGENCIA ADMINISTRARTIVA Y NO POCAS VECES LA FALTA DE ACCION DE LAS ORGANIZACIONES POLITICAS Y DE MASAS DE LOS CENTROS LABORALES SEV INCUMPLE CON LOS HORARIOS DE SERVICIOS Y LABORALES .LA INPERANCIA DE UN HORARIO ESCALONDO O EXTENDIDO HECHO POR TIERRA LA DISCIPLINA LABORAL EN NO POCOS CENTROS DE TRABAJO , ASI COMO SE OBSERVA MUCHO DESAPROVECHAMIENTO DE LA JORNADA LABORAL SUMELE LOS INCENTIVOS SALARIALES Y EL COSTO DE LA VIDA POR QUE CUANDO SE CULMINA LA JORNADA LABORAL YA LOS MERCADOS ESTAN DESABASTECIDOS Y HAY QUE PARGAR PARA COMER EL ALTO,PRECIO DEL MERCADO NEGRO. SIN EMBARGO EN LE TRABAJO POR CUENTA PROIA SE OBSERVA MEJOR LA DISCIPLINA EN ESTE ASPECTO DE HORARIO DE SERVICIO.