Dedica Kcho a Fidel obra por los Cinco Héroes cubanos
Al líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro dedicó Alexis Leyva Machado –Kcho– la obra No agradezcan al silencio, en homenaje a los Cinco Héroes cubanos, luchadores antiterroristas condenados injustamente en Estados Unidos.
Se trata de una instalación performance que reproduce las celdas de confinamiento en solitario o “Hueco”, que sufrieron durante 17 meses antes del juicio Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González en Miami, reproducidas en el Museo Nacional de Bellas Artes, y que mañana será abierta al público, de forma gratuita.
Kcho puntualizó que se la dedica a Fidel, a su eterna confianza en la victoria, a su magnífico espíritu de lucha, muy importante e inspirador para los cubanos, “que nos ha llevado hasta aquí y nos llevará siempre adonde queramos”.
A la inauguración asistieron Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Abel Prieto, asesor del Presidente cubano Raúl Castro; Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC); Julián González, ministro de Cultura, y familiares de los Cinco Héroes, entre otras personalidades.
Kcho informó que conversó por teléfono con Antonio Guerrero, quien le dijo que había enviado para Cuba los bocetos de unas acuarelas relacionadas con los más de 15 años que llevan en prisión.
Subrayó que su espíritu es de una confianza tremenda en el futuro, en la victoria, tan necesaria en estos días y tan importante para los procesos que Cuba está viviendo.
Kcho le contó que gracias a sus acuarelas y a los recuerdos de Fernando González y René González pudieron reconstruir aquel lugar terrible, obra que no ha sido hecha para la venganza ni para el odio, sino que es un sitio para la reflexión, para con las experiencias individuales de los visitantes poder construir día a día un puño gigante de todos los cubanos y las personas justas para lograr la libertad de los tres que siguen en prisión.
También mencionó que Tony le dijo que ahora iba a pintar el juicio y que Kcho tendría que hacer un tribunal para exponer aquel circo donde fueron juzgados.
El reconocido artista de la plástica señaló que la obra es para mostrar al mundo que lo inferido a los Cinco es un acto de venganza contra Cuba, los cubanos y la Revolución, que ha tenido la capacidad de construir una idea diferente en las narices del imperio.
Fernando González, uno de Los Cinco, quien ahora disfruta de su libertad en la Patria, expresó que una de las funciones del arte es resaltar la belleza y que hay que estar profundamente enfermo en una sociedad y en un sistema como el norteamericano para que un artista del talento de Kcho tenga que poner su sensibilidad en función de reflejar una experiencia tan horrorosa.
Recalcó que esta obra resulta una contribución muy significativa en la lucha por traer de regreso a Ramón, Gerardo y Antonio.
Argumentó que por mucho que pueda escribirse sobre el Hueco, nada es semejante a experimentarlo en carne propia.
Afirmó estar seguro de que los visitantes se sensibilizarán con la situación sufrida por ellos, se interesarán más por conocer sobre el caso y eso redundará en mayor solidaridad, en mayor fuerza en la lucha para que los otros tres hermanos estén de regreso lo más pronto posible.
René González otro de Los Cinco, quien cumplió su onerosa condena y hoy está en Cuba, destacó que cree que esta obra es fruto del genio colectivo, de ese jurado de millones por el cual Gerardo ha estado clamando mucho tiempo, de las personas comunes, que para ellos siempre han sido importantes en el protagonismo de esa lucha.
Hizo referencia a un pensamiento martiano puesto en una de las paredes de la instalación , acerca de que un principio justo en el fondo de una cueva tiene más fuerza que todo un ejército, y recordó que hace unos días recorriendo la obra se encontró con un grupo de entusiastas niños de la enseñanza primaria.
Rememoró que conversando con ellos les dijo que él y sus hermanos de lucha aplicaron ese principio martiano y nunca el imperio pudo arrancarles la felicidad porque, antes de entrar a la cárcel, ya eran felices puesto que luchan por la felicidad de los cubanos y la de los demás pueblos.
(Cuba.cu)
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