Iraq: el guión que no resultó
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
Desde comienzos de este mes de junio se ha podido calibrar con mayor precisión las consecuencias del guión que EE.UU creó para Iraq. La ola de violencia que vive ese país del Medio Oriente y el avance de fuerzas terroristas en ese territorio son la secuela directa de la guerra imperial desatada por W. Bush.
Militantes del grupo escindido de Al Qaeda Estado Islámico en Iraq y el Levante (EIIL) capturaron la segunda mayor ciudad de Iraq, Mosul, y otros grupos armados suníes han avanzado en el poblado de Baiji y rodeado a su refinería, que cerró recientemente.
Según los analistas, el conflicto en Iraq se agudizó cuando los radicales del EIIL se hicieron del control de las ciudades de Mosul y Tikrit, y anunció su intención de lanzar una ofensiva contra Bagdad.
Para el analista Leonel Nodal, esta no es una fuerza que ha surgido de la nada, sino que tiene sus antecedentes fundacionales desde hace muchos años atrás y que tiene una filosofía extremista, los cuales también han tenido su radio de acción en Siria. “Se trata de una secta yihadista sunita desdeñada por nada menos que Al Qaeda como excesivamente violenta y dogmática”.
Se dice que el grupo del EIIL cuenta con menos de 3 000 personas en territorio de Iraq, pero las tropas iraquíes huyeron de las áreas bajo la presión de los extremistas y dejaron en sus manos equipamiento militar por valor de más de mil millones de dólares. El Gobierno iraquí ha exigido al Parlamento imponer el estado de emergencia en todo el país, perola cámara no adoptó la decisión debido a la falta de quorum, lo que revela que “los diputados suníes, chiíes y kurdos son incapaces de llegar a un acuerdo.
En opinión de Lázaro Barredo, mientras Iraq se hunde aún más en el conflicto sectario y el caos, el mundo está siendo testigo de lo que muchos ven como un fracaso fundamental de la política exterior de Estados Unidos en la región; política empujada por dos administraciones sucesivas, así como aliados clave como el Reino Unido.
Sin embargo, 11 años después de que Bush comenzara la guerra, vastas extensiones de Iraq están ahora en manos del EIIL. Fue George W. Bush, quién en esencia sostuvo que Estados Unidos necesitaba intervenir en Iraq y poner fin al dominio de que Saddam Hussein para evitar que el país se convirtiera en un nido de terroristas que podrían aprovechar las armas de destrucción masiva supuestamente a mano.
Su administración se unió con la de su homólogo británico, Tony Blair, para vender la guerra basándose en supuestos vínculos (desde entonces desacreditados) entre Saddam y Al Qaeda, junto con afirmaciones sobre stocks inexistentes de armas de destrucción masiva.
La división confesional está muy acentuada en esa nación árabe donde los sunitas, que estaban en el poder con Saddam Hussein, se sienten marginados por las autoridades chiitas.
Los irregulares del EIIL operan en el norte y oriente del país y amenazan con marchar al sur en dirección a esta capital, donde se reportan atentados con bombas y tiroteos, y a Karbala y Najaf, ciudades consideradas santas por la mayoría chiita a la que los extremistas tildan de “infiel”.
La ciudad de Tal Afar, habitada por turcomanos sunitas y chiitas, se ubica a unos 50 kilómetros al oeste de Mosul, y fue tomada por los yihadistas el pasado 10 de junio junto a otros insurgentes sunitas en un avance sin precedentes.
Unas 200 000 personas, es decir, la mitad de la población total del área de Tal Afar, huyeron ante el avance de los yihadistas, según un responsable municipal, Abdulal Abas, quien reclamó ayuda internacional.
La localidad también está cerca de la frontera con el noreste de Siria, donde el EIIL —cuyo objetivo es crear un Estado islámico en la zona limítrofe sirio-iraquí— controla también distintas franjas donde se enfrenta al Gobierno de Bashar al-Assad, y otros grupos rebeldes sirios.
El presidente norteamericano Barack Obama realiza —lo que llamó— «un examen minucioso de cada una de las opciones a disposición», incluyendo los ataques con drones.
Este lunes, el buque de operación militar anfibia Mesa Verde con 550 marinos a bordo, entró en aguas del golfo Pérsico y su misión será ayudar en una posible acción estadounidense en apoyo al Gobierno de Iraq».
Estados Unidos, que se retiró militarmente de Iraq en 2011, también anunció que está “dispuesto” a conversar con Irán sobre la situación en Iraq, indicó el secretario de Estado norteamericano John Kerry. Ambos países coinciden en Viena en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, reanudadas este lunes.
Cuando Obama dirigió la retirada de las tropas estadounidenses en 2011, ofreció garantías de que el gobierno iraquí era lo suficientemente fuerte como para defenderse. Los méritos de esta afirmación se derrumbaron profundamente en los últimos días cuando un pequeño grupo de combatientes EIIL barrieron gran parte del norte de Iraq. Las tropas iraquíes entrenadas por los Estados Unidos se despojaron de sus uniformes y huyeron, dejando al enemigo el equipo y armas de fabricación estadounidense.
La historia del proyecto estadounidense en Iraq parece ahora estar terminando en rotundo fracaso. En el camino, decenas de poderosos funcionarios han ofrecido garantías de que la victoria era alcanzable e incluso inminente.
Se supone que Bush y Blair “destruyeron el régimen de Saddam Hussein para hacer del mundo un lugar más seguro”, y declararon que la invasión a Iraq era parte de su “titánica batalla contra el fascismo islámico”. Bueno, pues esa visión acaba de desmoronarse.
Por su parte el clérigo chiita Gran Ayatolah Alí Al-Sistani, llamó el viernes a armar a sus fieles para enfrentar a milicias extremistas que avanzan hacia Bagdad, mientras el Gobierno anunció un plan defensivo para combatirlos en el norte capitalino.
Durante el sermón pronunciado en las plegarias colectivas, un representante del influyente líder religioso afirmó que la defensa frente a los “takfiristas” (fundamentalistas islámicos sunnitas) es una cuestión de sobrevivencia y honor.
Ante una multitud de fieles chiitas congregados en la ciudad santa de Karbala, Al-Karbalai deploró la incapacidad de las fuerzas de seguridad y del Ejército para contener el avance de los miembros del Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL), que ahora luchan en el norte de Bagdad.
Datos de la oficina de la ONU en Bagdad aseguran que hay cientos de muertos entre civiles ejecutados extrajudicialmente y efectivos del Ejército y la policía, además de numerosos terroristas abatidos básicamente por el bombardeo de la aviación contra sus bastiones.
Los fuertes enfrentamientos de los últimos días en Iraq también ha impactado el comercio internacional. Como este país es un importante productor y exportador de crudo, comenzó el alza de los precios del petróleo.
Hace días que el mercado del petróleo reacciona con gran nerviosismo a los combates en Iraq, miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). También los inversores en los mercados de acciones y divisas se mostraron preocupados y se refugiaron en divisas consideradas seguras como el dólar. Los mercados europeos registraron pérdidas.
“En vista de la actual situación de la seguridad es difícil de imaginarse que vuelva la producción de crudo en el norte de Iraq, señalaron expertos.
Leyendo este artículo y viendo la portada a la que hace referencia notó que exite un “desfase” en cuanto a la bandera de IRAK o IRAQ como quiera escribirlo. En resumen la bandera que ilustra la portada junta a la inconfundible de EE.UU es la de nada más y nada menos que de IRÁN, teniendo en cuenta que en ningún momento se habla de IRÁN en dicho artículo.