Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Esta es la noticia más reciente de la escalada de agresiones en Ucrania: un convoy con refugiados que trataban de abandonar la ciudad de Lugask fue atacado, una acción que dejó un saldo de decenas de civiles muertos y de la que se culpan mutuamente los militares del ejército y los rebeldes prorrusos de la región del sudeste.

La confrontación bélica se extiende al apoyo humanitario: la Cruz Roja sigue aún a la espera de que Kiev y los separatistas le den garantías de seguridad para la entrada de un convoy ruso formado con 262 camiones con 1 900 toneladas de alimentos, medicinas, sacos de dormir y generadores eléctricos.

Pero los hilos del conflicto no solo han hilvanado estos pespuntes negros: el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, firmó una ley que autoriza a la policía a disparar sin advertencia en la zona especial de la operación en el este del país, para supuestamente combatir más eficientemente las milicias independientes.

En opinión del experto  Santiago Pérez, había muchos escenarios que en Ucrania no se preveían y se han dado, por lo que es muy arriesgado dar cualquier vaticinio. “Lo que parecía un conflicto interno ha desbordado sus fronteras en medio de un contexto muy complejo. Mientras hay quien aboga por que las partes vayan a un armisticio y tengan un acuerdo diplomático, la realidad se sigue atizando con decisiones que tensionan mucho todo el este del país, y se observan cada vez armas más sofisticadas”.

Argumentó que hasta el momento los rusos se han mantenido al margen de la situación, y han dicho que no se enfrentarán a un pueblo hermano, al tiempo que niegan el apoyo a los separatistas.

Consideró que Ucrania va a seguir siendo un país dividido, y sostuvo que las soluciones no se vislumbran a corto plazo, en la misma medida en que se observa que hay un rechazo a la negociación.

El analista en temas internacionales compartió que alrededor de este tema también se ha dado un bloqueo informativo, pero en Cuba, donde no pocos cubanos estudiaron en ese país, el sentimiento es muy cercano, y muchas personas están muy pendientes de todo lo que ocurre en ese escenario.

Como si fuera poco con lo que sucede en Ucrania, el mundo nos pone frente a otro desgarrador conflicto: la situación en Gaza. Este lunes, negociadores israelíes y palestinos acordaron en El Cairo prolongar un alto el fuego en la Franja durante 24 horas más para proseguir en las negociaciones de cara a una tregua de largo plazo.

Mientras se alarga brevemente este alto en las confrontaciones, viejas desconfianzas entre ambas partes nos mantienen en vilo: ni israelíes ni palestinos descartan la continuación de los combates. Unos y otros han afirmado que la siguiente escalada es solo cuestión de tiempo. Netanyahu afirmó en Tel Aviv que las fuerzas armadas de su país se preparan para una operación muy determinada en caso de que se reanuden los ataques, y en Gaza, el movimiento Hamas instó a la población palestina a luchar contra la ocupación sionista en todos los lugares en caso de que fracase la negociación.

El balance de los muertos de este último enfrentamiento es aterrador: más de 2 000 palestinos, entre los que se cuentan casi 500 niños, y unos 64 soldados de Israel. También unos 10 000 palestinos han resultado heridos.

La Doctora María Elena Álvarez, en su análisis de este lunes en la Mesa Redonda, insistió en que estas negociaciones le recuerdan las que ocurrieron en la década de los 90. “Ahora igualmente mantienen posturas irreconciliables, y en las negociaciones siempre se debe ceder en algo. Por una parte Israel pide el desarme de Hamas y la desmilitarización de Gaza, algo que será muy difícil que los palestinos acepten, y por la otra parte se pide el fin del bloqueo, entre otras cuestiones”.

En su intervención, destacó que no se puede olvidar que entre las causas de esta agresión desproporcionada ha estado destruir a Hamas, a quienes algunos incautos culpan del origen del conflicto. “Israel ripostó a la acción de Hamas al lanzar tres cohetes con una fuerza estruendosa”.

No se puede olvidar, dijo, que Hamas surgió como respuesta en la lucha armada de reconquista del territorio invadido por Israel. Se trata de un partido religioso que va a las armas porque la opción diplomática falló con la postura intransigente y colonizadora de Israel. “Hamas suscribió los acuerdos del 93 o el 94, pero las agresiones de Israel continuaron  y vieron entonces en la acción armada la única salida a este conflicto”.

Comentó que en Tel Aviv se ha sembrado la cultura del miedo contra los palestinos, y siempre se ha presentado este enfrentamiento como un problema de seguridad. “Por lo tanto es posible que el 85 por ciento de los israelíes apoyen la postura de su gobierno, no se puede olvidar que allí se ha sedimentado la idea de que el pueblo palestino es el enemigo que quiere quitarles lo que tienen”.

La Mesa Redonda abordó la situación política, militar y económica en Ucrania y los acontecimientos en Gaza. También contó con su habitual sección La Esquina.

Santiago Pérez expresó que había muchos escenarios que en Ucrania no se preveían y se han dado, por lo que es muy arriesgado dar cualquier vaticinio. Lo que parecía un conflicto interno ha desbordado sus fronteras en medio de un contexto muy complejo.

El analista compartió que se ha dado un bloqueo informativo, pero en Cuba, donde no pocos cubanos estudiaron en ese país, el sentimiento es muy cercano, y muchas personas están muy pendientes de todo lo que ocurre en ese escenario.

La Doctora María Elena Álvarez insistió en que estas negociaciones le recuerdan las que ocurrieron en la década de los 90. Ahora igualmente mantienen posturas irreconciliables, y en las negociaciones siempre se debe ceder en algo.

María Elena expresó que Hamas suscribió los acuerdos del 93 o el 94, pero las agresiones de Israel continuaron y vieron entonces en la acción armada la única salida a este conflicto.