Sobre inmigración Obama más de lo mismo
El presidente estadounidense, Barack Obama, continúa hoy sin proponer una estrategia concreta para solucionar la situación de los cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país.
Pese a sus promesas y llamados para aumentar las presiones sobre el Congreso, cada día son más los que opinan que el mandatario ofrece más de lo mismo sobre la necesidad de encausar una reforma de las leyes y lo critican porque no concreta acciones ni calendario.
En la actualidad para el Ejecutivo es más difícil que nunca cumplir con su promesa electoral por el poder de la oposición republicana en el Congreso.
El martes, durante su comparecencia en El Paso, Texas, justo al lado de la frontera con México, el mandatario no fue más allá de señalar que la reforma es un imperativo económico y acusar a los republicanos de bloquear su aprobación.
Pero las cifras hablan. Según informes de prensa su administración rompió dos récord: deportó más inmigrantes que Bush (hijo) y proveyó alivio en menos casos que este.
Según declaraciones del mandatario a la cadena Univisión: “No estamos persiguiendo a estudiantes. Eso es completamente falso”, lo que dista mucho de la realidad.
Aunque Obama dice que apoya el DREAM Act, se niega mediante una orden ejecutiva a ignorar las leyes fijadas por el Congreso sobre deportaciones y otros aspectos migratorios, comenta el diario La Opinión de California.
Para expertos y activistas el mandatario puede usar su criterio para conceder alivio administrativo en ciertos casos específicos y bajo ciertas circunstancias. Que no lo haga es otra cosa, lamentan.
Recientemente la propia Secretaria del Departamento de Seguridad Interna (DHS), Janet Napolitano, aseguró que la administración Obama empleó su discreción administrativa para diferir deportaciones menos veces que el ex presidente republicano George W. Bush.
En Texas, el mandatario reiteró esa posición cuando sostuvo que no se “saltará” al Congreso para realizar ninguna medida en este aspecto.
Su escaso liderazgo contrasta con la acción de algunos senadores quienes decidieron el miércoles introducir otra vez el proyecto de ley DREAM Act para estudiantes indocumentados.
Por otra parte, llama la atención que sus apelaciones sobre el contencioso migratorio ocurren en momentos en que se enfrasca en la campaña por la reelección en el 2012.
Los que apoyan la modificación de la ley concuerdan que ahora seria casi imposible aprobarla con una Cámara de Representantes dominada por los republicanos, que califican cualquier medida de legalización de indocumentados como “amnistía”.
Algunos comentaristas y crítico se preguntan ¿cuál es el objetivo de tanta insistencia ahora en esta cuestión que dejó bastante de lado en sus primeros años de gobierno? Al respecto, un editorial del diario The New York Times planteó la víspera que Obama tiene que hacer mucho más en esta materia, y no son pocos los que consideran que sus esfuerzos llegan demasiado tarde.
Sin embargo y pese a las presiones, pocos gobernantes corren el riesgo o tienen el valor de enfrentar un problema que polariza opiniones en una época de definir votos.
Mientras tanto, muchos de los que votaron por el presidente en 2008 le piden tenga más “corazón” para resolver su promesa sobre el tema migratorio.
(Con información de Prensa Latina)
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