El ideario de Fidel en la formación de maestros y profesores (+ Fotos y Video)
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos: Roberto Garaycoa
La Mesa Redonda volvió a acercarse este jueves al ideario pedagógico y a la impronta de Fidel, a partir de testimonios de protagonistas de proyectos que han estructurado el sistema de enseñanza cubano como la preparación de profesores para la enseñanza técnica y profesional, los maestros formados de manera emergente para la educación primaria, los profesores integrales para la Secundaria Básica y las Escuelas Pedagógicas.
ENSEÑANZA TÉCNICA Y PROFESIONAL
El desarrollo de este sistema de enseñanza lo conoce de memoria Jorge Ortega Delgado, hoy jefe del Departamento Municipal que atiende la Enseñanza Técnica y Profesional en el municipio de Playa, y quien desde los días fundacionales en los años 60 se incorporó al llamado del Comandante, con el propósito de formar al capital humano que necesitaba el país en las especialidades técnicas.
Recordó que, como en su caso, fueron fundamentalmente miembros de las Fuerzas Armadas quienes primero se incorporaron a ese proceso. “Fui de esos oficiales elegidos, y durante más de 20 años me desempeñé en esta enseñanza como directivo”.
Antes se había desplegado la Operación Santa Clara, para la formación emergente de maestros, y en abril del 63 se creó el Instituto Pedagógico Industrial, para formar a las fuerzas técnicas. Los primeros graduados de bachiller, Fidel les propuso ingresar a la Universidades Agrícolas.
En la década del 70 se hizo la formación de instructores y en los 80 se creó el Instituto Pedagógico de la Educación Técnica y Profesional y se inauguran politécnicos como el Eduardo García Delegado. “Él siguió muy de cerca la formación y cómo se vinculaban los centros con estas escuelas. Entre las indicaciones que dio, estuvo que debíamos asegurar nuestra participación y desarrollo en otros llamados de la Revolución, pero que no podíamos descuidar la formación de las fuerzas técnicas”.
A partir de los 90 se extendió a las Universidades Pedagógicas la formación de profesores en enseñanzas técnicas, para que todos pudieran incorporarse a la Educación Superior, y estábamos más cerca de nuestros lugares de residencia.
“Hoy esas ideas se mantienen, como la vinculación de los organismos y las empresas con nuestros centros, para la formación práctica de los estudiantes. También se siguen formando profesores jóvenes para mantener la vitalidad y la sucesión en nuestra enseñanza”.
Ahora, dijo, se va a experimentar en la capital con la captación de estudiantes de noveno grado para ingresar a la enseñanza técnica y profesional. “Este proceso de captación mayor busca recuperar la cantidad de técnicos que precisa el desarrollo del país”.
FORMACIÓN EMERGENTE DE MAESTROS
Elizabeth Pita, graduada de los cursos emergentes para maestros primarios y hoy maestra de tercer grado en una escuela de Marianao, evocó los días en que se unió a la noble tarea de ser maestra. “Estaba en 10mo. grado, en el preuniversitario de Alquízar, cuando llegó el llamado, y me sentí motivada y orgullosa de poder responder al pedido de Fidel”.
Precisó que “el Comandante siempre estuvo muy pendiente de la formación de aquellos más de 19 mil jóvenes que egresamos en ese curso en 2001. Teníamos el compromiso de permanecer durante 8 años como mínimo en el sistema de enseñanza. Pero hay miles que como yo seguimos vinculados al proceso docente, y se nos dio la posibilidad de entrar, sin prueba de ingreso, a la Universidad para terminar nuestra licenciatura, y hay quien ya tiene título de máster. Yo me cuento entre los que están a punto de defender ese nivel científico”.
Aseguró que “nosotros solucionamos el problema de cobertura en provincias donde había déficit de maestros y en otros lugares contribuimos a reducir la cantidad de estudiantes por aula, a unos 20 estudiantes”.
En su opinión, esta es una profesión muy agradecida. “Hoy mismo yo sé que todos mis alumnos están atentos al televisor para ver a su maestra, y eso a uno lo emociona y conmueve.
“Llevo más de 10 años frente al aula, y cuando van los maestros de las escuelas formadoras, nosotros servimos de tutores para que esos jóvenes se enamoren de esa profesión hermosa como nosotros”.
PROFESORES INTEGRALES DE SECUNDARIA BÁSICA
De profesor integral a Doctor en Ciencias Pedagógicas pasó a ser José Luis González, graduado como profesor general integral de Secundaria Básica de aquella hornada de más de 17 mil jóvenes dispuestos y comprometidos con ese llamado, y hoy asesor de Ciencia y Técnica y Trabajo Político Ideológico en la Dirección Municipal de Educación de Jesús Menéndez, en Las Tunas.
José Luis se encontraba en el Servicio Militar Activo, había terminado el bachillerato y tenía otorgada la carrera de Cultura Física, cuando su vida dio un giro inesperado. “Yo para nada tenía vocación pedagógica, pero cambié de decisión con el llamado del Comandante y el trabajo joven a joven que realizó la Unión de Jóvenes Comunistas.
“El primer año, en el que vinculamos el trabajo como profesores y nos formamos como tal en la Universidad, fue difícil. Los profesores que nos acompañaban en las escuelas eran quienes luego nos daban las clases en las filiares pedagógicas. Pero lo más complejo fue demostrarle a los padres nuestro interés, nuestra entrega y nuestros conocimientos. Pero lo logramos”.
“Se nos orientó que cuando concluyéramos la licenciatura debíamos ingresar en un posgrado, lo que nos dio muchos resultados porque nos permitió especializarnos y nos inspiró a no abandonar la superación”, añadió.
Entre las mayores posibilidades que abrió este empeño, mencionó no solo reducir el déficit de profesores y reducir el número de estudiantes por aula, sino lograr la permanencia de los educandos en el centro y el seguimiento permanente de ellos en el trabajo docente-educativo.
ESCUELAS PEDAGÓGICAS
En nombre de las más recientes generaciones de maestros que se han formado en las Escuelas Pedagógicas, habló Rafael Vázquez Torres, maestro en este momento de la escuela primaria José Martí en el municipio Niceto Pérez, de Guantánamo. “El primer reconocimiento es para mis maestros y profesores generales integrales, quienes sembraron en mi el deseo de seguir sus pasos en esta maravillosa profesión. Y aunque fui el primer escalafón en 9no. grado en mi escuela, no renuncié a la idea y me incorporé a las Escuelas Pedagógicas, que reabrieron sus puertas en el año 2010”.
Mencionó que las 23 escuelas de este tipo que existen en el país tienen un plan de estudios de 4 años. Al tiempo que precisó que en las dos graduaciones que se han efectuado han egresado más de 5 mil maestros. “Todos, además, tenemos posibilidades de incorporarnos a las universidades por el curso por encuentro”.
Refirió que en los años de preparación reciben una fuerte combinación de conocimientos para poder enfrentarse al aula. “Tengo que reconocer igualmente el apoyo de la familia y de los pioneros, que tienen en cuenta nuestra labor desde que somos recién graduados, y ello nos anima a no abandonar este camino de entrega”.
Argumentó que esta es una carrera de mucho sacrificio, pero que te ayuda a ser mejor. “Así que quienes tienen los mejores escalafones no deben rehuir de esta opción, aunque haya algunos que los critiquen, porque este es un camino extraordinario que nos regala hermosas vivencias”, sostuvo Rafael.
UNIVERSIDADES DE CIENCIAS PEDAGÓGICAS
La Doctora Deysi Fraga Cedré, rectora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, se detuvo en que para hablar de la huella de Fidel en la educación cubana, hay que hablar de su capacidad para interpretar y resumir toda la herencia pedagógica de este país. “En sus ideas y acciones está lo mejor de la tradición educativa cubana, defendida por grandes como Félix Varela, José de la Luz y Caballero, Enrique José Varona y José Martí”.
Fidel, en su opinión, impulsó siempre la formación del hombre nuevo, integral, que tribute a toda la sociedad. “Para él la educación tiene que rebasar los límites del aula, e incluir el arte, la cultura, el deporte, la educación ambiental y sexual y para la salud, la formación cívica, ética y en valores. Para Fidel se trata de sacar lo mejor del ser humano a partir de sus potencialidades”.
Aseguró que él nunca vio a la escuela aislada de otros centros de la comunidad como pueden ser el Joven Club, las Salas de Video, por lo mucho que pueden aportar en el diseño del proceso docente-educativo.
Para llegar a esta educación integral, resumió la Doctora Deysi Fraga Cedré, Fidel ha concebido premisas como tener un educador que eduque a través de la instrucción, que vaya más allá de las asignaturas y cultive la espiritualidad. “También estimuló el vínculo directo entre la teoría y la práctica, y defendió la formación del maestro y la superación permanente en cada uno de los espacios que genere la escuela”.
A partir de los acuerdos del VII Congreso del Partido, refirió que entre los mayores desafíos se encuentran reforzar la enseñanza de la historia, y cultivar con fuerza la cultura y la identidad nacional. “Tenemos, además, que seguir el camino de la formación con carácter antiimperialista y en valores que conduzcan a la defensa de la justicia social y de la equidad”.
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