En la nueva legislatura habrá ocho partidos con representación política en el Parlamento británico y un escaño independiente. Son tres fuerzas políticas menos de las que consiguieron escaño tras las pasadas elecciones. Pierden su representación UKIP, los socialdemócratas y los unionistas del Úlster.

Casi el 69% del censo electoral británico ha ejercido su derecho a voto. Este porcentaje de participación supera ya al de hace dos años, cuando se quedó en el 66,1%. La participación más alta en unas elecciones generales se remonta a 1950, cuando acudió a votar el 83,9% del electorado.
Mayor subida

A falta de adjudicar solo un escaño, el partido laborista liderado por Jeremy Corbyn ha sido el más reforzado tras estas elecciones, con 29 escaños más que en los anteriores comicios. La mayor caída la ha sufrido el Partido Nacional Escocés, con una pérdida de 21 escaños, seguido de los conservadores de Theresa May, que pierden 12.

Las elecciones británicas se han adelantado cerca de tres años, pues estaban previstas para 2020. La primera ministra, Theresa May, anunció el adelanto a mediados del pasado abril. Solo en las elecciones de 1974 la distancia entre dos elecciones fue más corta que en esta última legislatura. En solo siete meses se celebraron dos comicios, en febrero y en octubre. Ambos llevaron a un Gobierno laborista, si bien el primero en minoría.

La votación de 2010 dio lugar al peor porcentaje de voto recibido por el Partido Conservador en el siglo XX que, aun así, acabó formando Gobierno. David Cameron recibió un 36,1% de los votos. El Gobierno se formó gracias a una coalición entre conservadores y el Partido Liberal-Demócrata, con Cameron como primer ministro y Nick Clegg como vicepresidente.