Cuatro gráficos para entender qué cambia en Reino Unido tras las elecciones
La primera ministra británica, Theresa May, calculó mal. Esperaba que los comicios la afianzaran en el poder, para negociar la salida de Reino Unido de la Unión Europea desde una posición de fuerza han cuestionado su liderazgo. No ha sido así. ¿Dónde se dejaron los conservadores la mayoría que hasta ahora ejercían en el Parlamento Británico?
Reino Unido afronta un período de “Parlamento colgado“, o “Hung Parliament” como se conoce en inglés, ya que los resultados de los comicios no han arrojado un partido dominante que aglutine la mayoría absoluta en la cámara legislativa británica. Por tanto, tendrán que negociar para formar Gobierno. A pesar de los buenos resultados de los ‘tories’ (conservadores) de May obtenidos en Escocia, donde han recuperado 12 circunscripciones clave, estos han sufrido un duro golpe en Inglaterra y en Gales, donde han perdido hasta 32 escaños.
Corbyn resiste a May
En las ciudades universitarias los laboristas de Jeremy Corbin han arrebatado varios asientos a los ‘tories’. Y no sólo los laboristas, ya que es aquí donde los Liberales Demócratas maquillan los nefastos resultados que obtuvieron en 2015. Entre las circunscripciones que han ganado a los conservadores se encuentra la de Oxford West y Abingdon, en la que se enmarcan diferentes áreas de la ciudad universitaria de Oxford.
De acuerdo al análisis de datos realizado por The Guardian, los consejeros de May estaban en lo cierto en que el voto al partido Conservador aumentaría en las áreas en las que más ha calado el mensaje antieuropeo. Su problema ha sido sobreestimar la influencia de esos votos, que no ha sido suficiente para arrebatar más circunscripciones al Partido Laborista.
Se trata del mismo error -sobreestimar a sus rivales- que cometió el ex primer ministro británico, David Cameron, al perder el órdago que lanzó tras convocar el referéndum para salir de la Unión Europea y que acabó con su dimisión. Estos comicios dejan a May en una tesitura parecida. Aunque ha descartado dimitir, buscará un acuerdo de Gobierno en el Parlamento. Sea cual sea el desenlace, Reino Unido queda debilitado ante las negociaciones con la UE.
¿Afecta a la negociación del Brexit?
“Brexit significa Brexit”, afirmó May tras el sí que pronunciaron los británicos en el referéndum para salir de la UE en junio del año pasado. Tras las nuevos comicios, las dudas de cómo se llevará a cabo la negociación, o incluso de si el Brexit es la mejor opción para un Gobierno que no cuenta con el respaldo total de las urnas, se ciernen sobre la negociación. En apenas tres semanas desde que May convocó las elecciones, la bautizada como heredera de Margaret Thatcher ha pasado de una mayoría absoluta consolidada, y que podía haber consumado sin convocar nuevos comicios, a verse obligada a forjar un pacto con un partido, el DUP de Irlanda del Norte, cuyo sino nacionalista busca la ruptura con Reino Unido.
May ‘recupera’ Escocia pero no conecta con los jóvenes
Por otro lado, la brecha generacional en Reino Unido sigue en aumento. De acuerdo a una encuesta a pie de urna sobre cómo votaron los británicos realizada por Ashcroft Polls, en la que participaron ás de 14.000 personas, el futuro pertenece a los Laboristas, que arrasan en votos entre los menores de 35 años.
En cualquier caso, no todo son malas noticias para May. La debacle en escaños del SNP escocés, pierden 21 con respecto a los comicios de hace dos años, aleja, al menos en el futuro próximo, los fantasmas de una posible convocatoria de un segundo referéndum por la independencia de Escocia. El SNP de Nicola Sturgeon no ha podido consolidar el salto que dio en 2015 en la política nacional británica.
El ‘antieuropeismo’, derrotado
Otro de los grandes perdedores de estas elecciones es el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP). La formación pierde el único escaño que consiguió hace dos años. El partido cuenta en su haber con la victoria en la campaña del Brexit para salir de la Unión Europea. En cambio, descabezado por la renuncia a repetir candidatura y liderazgo del eurodiputado y eurófobo, Nigel Farage, el UKIP ha quedado condenado a un segundo plano en el futuro de la política británica. De nuevo, además, tendrá que reinventarse ya que el, hasta hoy, candidato principal, Paul Nuttall, ha dimitido tras obtener unos resultados tan pobres por debajo del 2% del voto.
(Tomado de ElConfidencial)
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