Las políticas de normalización, calidad e inocuidad (1ra Parte), esta tarde en la Mesa Redonda
Directivos de la Oficina Nacional de Normalización (ONN) comparecerán en la Mesa Redonda de este martes donde expondrán la política para el perfeccionamiento del sistema de normalización, metrología, calidad y acreditación, aprobada recientemente por el Consejo de Ministros en el empeño por elevar la competitividad de producciones y servicios del país. También comparecerán autoridades del MINSAP para explicar las decisiones adoptadas con similar objetivo en relación con la inocuidad de los alimentos.
Cubavisión, Cubavisión Internacional, Radio Habana Cuba, el canal de Youtube y la página de Facebook de la Mesa Redonda transmitirán en vivo este programa a las 7 de la noche.
El Canal Educativo lo retransmitirá al final de su emisión del día.
En los diversos medios de prensa se hace notable el conocimiento de nuestro pueblo de la inocuidad de los alimentos, pero la cotidianeidad cubana no es coherente con ello. No son los clientes de un lugar de expendio, los que deciden si en el mismo se hace bien o mal una determinada práctica de la higiene de los alimentos, pues aún cuando conocen lo elemental de la higiene en los locales, continúan accediendo a los mismos para comprar lo que allí se oferta. Desde mi posición de Inspector Sanitario Estatal desde el año 1996, he vivido experiencias en las que la población percibe la toma de medidas por violaciones que ponen en riesgo la salud, y los que esperan por adquirir lo que se oferta, no están de acuerdo con la decisión sanitaria de detener la actividad de comercialización, por el inminente riesgo que ello podría ocasionar a los consumidores, manifestándolo de diferentes formas, en ocasiones con ofensas y comentarios que rozan la vulgaridad. Se evidencia entonces la prioridad de lo que necesito comprar, sobre la opción de llevar lo que no me va a enfermar, optando finalmente por lo presunto nocivo.
En los últimos años nuestro aparato de Inspección Sanitaria Estatal ha sido sometido a varios procesos de reordenamiento de las plantillas en las diferentes instituciones del Sistema de Salud, sin embargo el universo de trabajo al que debemos acceder, que debe ser el 100 % de los locales donde se realiza cualquiera de los procesos que involucran la manipulación de alimentos, tanto del sector estatal como particular, para bien de nuestro pueblo, ha crecido ostensiblemente con la llegada de la implementación de los lineamientos de la política económica del estado cubano; todo ello aparejado, a la suspensión de la formación de Licenciados en Higiene y Epidemiología, profesional que constituye piedra angular de la Inspección Sanitaria.
Para satisfacción de nuestra población, Santiago de Cuba es uno de los territorios de mayor revitalización en los establecimientos estatales que ofrecen servicios gastronómicos, y son también los manipuladores de alimentos los que lideran las modalidades del Trabajo por Cuenta Propia en la provincia, con una importante dispersión de los locales y establecimientos. Las industrias santiagueras producen para el territorio oriental del país y los almacenes nuestros son también territoriales, a todos esos lugares debe llegar un Inspector Sanitarios Estatal, con una frecuencia no mayor de dos meses.
Nuestro aparato de inspección no adolece de dificultades, que incluye una alta dosis de subjetividad: falta de auto preparación en temas de higiene de los alimentos, y en algunos casos falta de comprometimiento con los intereses del sector salud de garantizar la tranquilidad de la población en cuanto a la no aparición de enfermedades de origen alimentario. En corregir esas dificultades trabajamos, pero, ¿será posible alcanzar un eficaz impacto de la implementación de la POLÍTICA DE INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS, la que con tanta previsión ha aprobado la dirección de nuestro país si:
• No contamos con la formación de profesionales que garanticen el futuro del control de la inocuidad en Cuba?
• En la dinámica cubana actual, continuamos contando con un aparato regulatorio que, en lo fundamental, se rige por herramientas legales que datan de la década de los 80 del siglo pasado, aún cuando se han actualizado las Normas de Higiene de los Alimentos?
• No dotamos al aparato de inspección de algunas condiciones elementales que favorezcan la calidad, la oportunidad y la resolutividad de las acciones de la inspección sanitaria?
• Nuestra población, en ocasiones, no considera que lo que hacemos es para evitar las enfermedades transmitidas por los alimentos?
En mi opinión son aspectos en los que debemos meditar.
Cordialmente
Dra. Tayseth Fuente Rojas
Jefa de Departamento de Higiene de los Alimentos y Nutrición del Centro provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Santiago de Cuba.
Buenos días, aunque el tema es bastante amplio en cuanto a la normalización, me gustaría que se refirieran a los planes y los plazos, para, de una vez por todas, establecer de manera sostenible y definitiva el sistema internacional de unidades en el comercio, en otras palabras la medición al momento de realizar la compra-venta. Me pregunto¿ Cómo es posible que se construyan en Cuba equipos de alta tecnología para la salud, cajas decodificadoras para la televisión digital, televisores y otros similares, y no se haya pensado en realizar una producción de equipos cubanos de medición para esos fines, y haya que seguir con un sistema que debe tener más de 100 años? . Se le debe dar al tema un tratamiento integral, que tenga alcance de Ley.Gracias.
Hay dos temas de los que quisiera saber, aunque de los mismos he recibido por la prensa los más variados criterios y algunas “justificaciones”:
1.- ¿Qué hace hoy día en Cuba la ONN de conjunto con los inspectores de todas las ramas para garantizar que lo que nos venden a granel (pesado) sea correcto y no nos roben en casi todos los lugares?
2.- Los embutidos, picadillos, masas cárnica y de chorizo, entre otros, que muchas veces vienen a las carnicerías y otros puntos de venta, no siempre tienen buena calidad, lo que es apreciable a simple vista o sencillamente por el olor que emanan. ¿Son inocuos? ¿Tantas personas que no los compran están equivocadas?