Sistema neoliberal instalado por Temer en Brasil
Las privatizaciones hechas por el presidente Michel Temer son la segunda y más grande en los últimos 20 años, logrando liquidar a 57 empresas relacionadas de manera directa e indirecta con los agronegocios.
Las políticas neoliberales que ha encarado Brasil desde que Michel Temer asumió el poder el 12 de mayo del 2016, han agravado la situación económica y social del país, destruyendo casi todas las leyes y beneficios que protegen a los trabajadores y trayendo un clima de descontento en la mayoría de los brasileños.
Las privatizaciones realizadas por el gobierno centroderechista corresponde a la agenda neoliberal que ha privilegiado a las elites económicas y empresarios aliados del mandatario de facto.
Privatización y neoliberalismo
El sistema neoliberal que impera ahora en Brasil fue instalado por Temer, siendo este uno de sus principales objetivos desde que asumió el poder.
Al tomar la presidencia anunció los preparativos de la agenda neoliberal, para liberar al Estado el peso de la economía y presentando un clima de seguridad para la inversión extranjera.
Las privatizaciones hechas por Michel Temer estos últimos meses han respondido a una política progresista, a un intento por liberarse del déficit público y cambiar las políticas que se instauraron años antes por los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT).
La ola privatizadora de Temer ha sido la segunda y más grande en casi 20 años en la historia Brasil, la última fue con el presidente Francisco Henrique Cardoso (1995 – 2003).
El profesor de economía de la universidad de Campinas, Sao Paulo, Guilherme Mello señaló que “Las primeras medidas se centrarán en reducir considerablemente el gasto social y eliminar los derechos de los trabajadores para beneficiar al sector empresarial” .
La mayoría de las empresas privatizadas están vinculadas al agronegocios tales como: aeropuertos, puertos, carreteras, empresas de energía eléctrica, hidrocarburos, etc.
En la mira del Gobierno se encuentran también los abundantes recursos que existen en el área amazónica, a pesar de la fuerte postura por el resguardo de este territorio ya que su fin es abrir las puertas a las compañías extranjeras para la explotación minera.
En el artículo “Gobernabilidad en problemas: la derecha y la “pesada herencia” progresista” de Camila Vollenweider y Lorena Fréitez destacan “…una caída de la producción industrial del -9,19 por ciento en los últimos 12 meses (2016), Temer decide, por un lado, reducir el déficit fiscal congelando el gasto público por 20 años a través del proyecto de ley conocido como “PEC del Techo” -afectando recursos para salud, educación y congelamiento del salario mínimo-…”.
Descontento en los sectores populares
A raíz del avance de la políticas neoliberales el descontento en la población va en aumento debido a las radicales concesiones de las decisiones del actual gobierno.
En abril de este año se desató la primera huelga general en 21 años convocada por los sindicatos por el cambiado del sistema pensiones y la ley del trabajador que permanecía vigente desde hace 73 años, trayendo consigo un clima de represión por parte del Gobierno hacia los sectores que manifestaban su descontento.
El olvido del legado del PT
El actual presidente, Michel Temer, se ha encargado de abandonar el legado progresista y social del Partido de los Trabajadores (PT) ignorando la incentivación de la economía interna del país y reajustando la economía en una gran globalización.
Las decisiones económicas de Luiz Inacio Lula da Silva se basó principalmente en ajustar el salario mínimo de acuerdo a la demanda y de las transferencias sociales, el aumento del gasto público y la fácil disposición de créditos para la producción y consumo son algunos puntos que Michel Temer no toma en cuenta.
Esto trajo consigo un fascinante incremento de favorable de la economía, redujo en cifras impactantes la pobreza de Brasil, democratizó la educación, etc.
(Tomado de Telesur)
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