La rehabilitación de la casa, convertida desde hace años en Museo Azucarero, forma parte del tributo que este año se le rinde a Abel Santamaría en el aniversario 90 de su natalicio

La casa que acogió durante años a la familia Santamaría Cuadrado, lugar donde crecieron y se forjaron dos participantes en la gesta del Moncada: Abel y Haydée Santamaría Cuadrado, reabrió sus puertas este jueves en el batey del central que se honra con llevar el nombre de quien fuera calificado por Fidel como «el más generoso, querido e intrépido de nuestros jóvenes», luego de haber recibido una reparación capital.

La rehabilitación de la casa, convertida desde hace años en Museo Azucarero, forma parte del tributo que este año se le rinde a Abel Santamaría en el aniversario 90 de su natalicio, destacó a Granma Yarilín Núñez Perera, directora de la institución, quien ponderó la calidad de la obra, a la cual se le devolvieron muchos de sus aspectos originales.

Entre las partes reanimadas figuran sus pisos, los techos, toda la carpintería, la iluminación y la tapicería del patio, entre otras acciones, además de la pintura total del museo y la restauración de sus cinco salas expositivas, donde son atesorados objetos y documentos muy valiosos vinculados a la familia Santamaría Cuadrado, expresó la directora.

La renovación, que estuvo a cargo de una brigada especializada procedente de Remedios, destaca por la profesionalidad de los trabajos ejecutados, para lo cual debieron realizar una amplia labor investigativa acerca de las características originales del hogar donde residió hasta su muerte Doña Joaquina Cuadrado, la madre de Abel y Haydée, quien entregó todo su amor y vida al central.

Con anterioridad, había sido reconstruida también la Casa natal de Abel Santamaría ubicada en la cabecera municipal de Encrucijada, obra que mereció el Premio Nacional de Restauración.

(Con información de Granma)