¿Quién acusa a Cuba de asesinar a JFK?
El periodista de la Mesa Redonda Reinaldo Taladrid Herrero había prometido iniciar una serie dedicada a algunos de los temas que han salido a partir de la desclasificación de los documentos secretos sobre el asesinato de John Fitzgerald Kennedy.
Por estos días la revista The Newsweek sacó dos artículos titulados “Hired gun: cubans paid Oswald to assassinate JFK, according to one top U.S. oficial” (“Arma contratada: los cubanos le pagaron a Oswald para asesinar a JFK de acuerdo a un alto funcionario de los EEUU”) y “Fidel Castro killed JFK?” (“¿Mató Fidel Castro a JFK?”).
Según The Newsweek el secretario de estados asistente para Asuntos Interamericanos y posterior embajador de los EEUU en México, Thomas C. Mann dijo que él “tenía un sentimiento en sus agallas que Castro le pagó a Oswald para aasesinar a Kennedy”, de acuerdo a documentos desclasificados de la CIA. Mann entregó sus no comprobadas acusaciones en la forma de un expediente que envió a la comisión presidencial que investigó el asesinato.
Agregó Mann que él “creía que Oswald estuvo involucrado en el asesinato de manera siniestra especialmente por haber recibido un soborno por parte de la embajada de Cuba en México o de otra agencia de Castro”.
Las sospechas de Mann se reforzaron porque se dijo que supuestamente Oswald fue visto recibiendo 6 mil 500 dólares de un individuo en la embajada de Cuba en México. Hasta la fecha ninguna evidencia ha aparecido que valide las creencias de Mann.
¿De dónde sale esa historia de Mann? Con citas textuales tomadas de los propios documentos desclasificados el periodista desmontó la teoría planteada por la revista The Newsweek.
EL 25 de noviembre de 1963 un hombre llamado Gilberto Alvarado Ugarte contactó a la embajada de los EEUU. en México. En declaraciones a la Estación de la CIA de la embajada afirmó que él había estado en el consulado cubano el 18 de septiembre y que allí había visto a Lee Harvey Oswald recibir 6 mil 500 de manos de un negro de pelo rojo para matar a Kennedy.
Agregó que escuchó a Oswald decir que él era lo suficientemente hombre como para matar a cualquiera. Ante las preguntas de su interrogador americano profundizó en detalle y describió a Oswald con espejuelos y aseguró que llamó antes a la embajada de los EEUU, pero no le hicieron caso.
El informe inicial que envía la CIA a los EEUU reportaba que: “Alvarado es un joven tranquilo, una persona muy seria que habla con convicción… Es un nicaragüense que afirma que esperaba falsa documentación mexicana para viajar a Cuba a recibir entrenamiento en sabotaje”. Una sentencia que se desmoronó con rapidez pues uno de los cables secretos de la estación de la CIA en México a la sede principal de la CIA tiene como asunto: “Cable Alvarado Story false Oswald México”.
Otro cable secreto de la CIA del día 29 de noviembre se informaba que Alvarado no reconoció a Silvia Durán en fotos, que era la secretaria del consulado cubano en México que recibía a todo el que entraba, que recibió a Oswald y a quien le habló. Además, refirió que quien le pagó a Oswald fue “un negro de pelo rojo” algo difícil de ver. Además, Oswald nunca usó espejuelos.
En otro cable Alvarado aseguraba que había estado en el consulado cubano el 18 de septiembre. El FBI comprobó que el 18 de septiembre Oswald estaba en New Orleans. El documento tiene como asunto que lo contado por Alvarado es una fabricación.
Alvarado fue entregado a las autoridades mexicanas para su interrogatorio. Se retractó de su historia y firmó una declaración donde explicaba que había inventado todo para ganarse el favor de los americanos. Una vez liberado acude a las autoridades estadounidenses y se retracta de su declaración firmada diciendo que los mexicanos lo presionaron para que dijera eso. La CIA pide un polígrafo y expertos a Langley para determinar que era verdad.
Al someterlo al polígrafo, Alvarado no pasa la prueba, pues se determinó claramente que estaba mintiendo. Confrontando con este resultado Alvarado nuevamente se volvió a retractar y confesó que había inventado la historia.
Cuando Alvarado se presenta por primera vez en la embajada, el jefe de la estación de la CIA Winston Scott le contó esto a David Atlee Phillips, que estaba en México. ¿Curiosidad o coincidencia? Y es Atlee Phillips el que interroga a Alvarado en una casa de seguridad y es quien escribe bajo seudónimo el cable inicial donde describe a Alvarado como: “Alvarado es un joven tranquilo, una persona muy seria que habla con convicción… es un nicaragüense que afirma que esperaba falsa documentación mexicana para viajar a Cuba a recibir entrenamiento en sabotaje”. David Atlee Phillips es el agente de la CIA que menciona Antonio Veciana en sus memorias, y es el que se reunió con Veciana y Oswald en New Orleans.
En un informe posterior de la CIA a la Comisión Warren se puede leer que: “Alvarado era conocido en la CIA como un agente de los servicios de seguridad de un país centroamericano y había sido usado para penetrar las guerrillas comunistas”.
El periodista e investigador estadounidense Jefferson Morley reveló en su libro Nuestro hombre en México que: “Phillips sabía todo el tiempo que Alvarado era un informante de la CIA, incluso el FBI sabía que estaba bajo control de la CIA”.
Tiempo después se publicó que la CIA había enviado varios informes desde Managua donde Alvarado, del servicio secreto nicaragüense, era la fuente primaria de información. Alvarado reportaba directamente al general Gustavo Montiel, jefe de la Inteligencia del Ejército de Somoza.
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