Oriente Medio: genocidios y resistencias
La masacre israelí en la Franja de Gaza y la crisis política en varios países árabes de la región, serán los principales temas a tratar en la Mesa Redonda que este martes transmitirán Cubavisión, Cubavisión Internacional y Radio Habana Cuba desde las 7 de la noche.
Si ustedes me lo permiten y sin el ánimo de aburrirlos con una larga lectura, trataré de insertar algunas ideas que de alguna forma pueden demostrar y alertar sobre el hecho de que la soluciòn del problema palestino está exclusivamente en manos del gobierno norteamericano. Por una cuestión de geografía, pero también de teología, son los palestinos, los libaneses, los sirios y otros pueblos árabes y musulmanes los más próximos y por lo tanto los más afectados por el gran tigre nuclear israelí (Israel está dotado con más de 300 ojivas nucleares por el Gobierno Norteamericano y por desarrollo propio). Este gobierno israelí ha sido creado, alimentado y -hasta el día de hoy- mantenido por los intereses del capitalismo globalista y por la gran influencia mundial del lobby judío-norteamericano, que presiona sobre un gobierno (social-demócrata) norteamericano (los que rodean a Obama), crecientemente judaizado en su estructura decisional más íntima. No sólo desde el punto de vista teórico e histórico existe una total interdependencia entre capitalismo y judaísmo.
Recordemos que ell lobby judío-norteamericano no es sólo la “carta del triunfo” de los Estados Unidos en toda la región del Oriente Medio y Asia Central . Entre los Estados de Israel y de EUA existe en verdad un “tercer Estado” que es el lobby judío-norteamericano, quien fue el que realmente impulsó al actual gobierno de Netanyahu. Ese Tercer Estado es en verdad una suma de las capacidades de los otros dos, ya que está en condiciones de sintetizar el poder económico-tecnológico de USA con la fuerza teológica del hiperjudaísmo del Estado de Israel.
El lobby propiamente dicho -independientemente de la importante presencia judía dentro del poder ejecutivo norteamericano- abarca a unos 45 senadores (son mayoría absoluta en el Senado) y a 200 representantes (diputados) de un total de 435. Los judíos norteamericanos, que sólo son el 2,6% del total de la población en los Estados Unidos, representan al 20% de los millonarios de ese país. Estos millonarios son los principales responsables del acceso al poder de Netanyahu.
No podemos olvidar que el hiperjudaísmo es la sacralización de la experiencia de una pequeña, casi insignificante tribu nómada, que llega y se implanta a sangre y fuego en una Palestina ya poblada y dotada de una alta cultura religiosa en proceso hacia el monoteísmo. “Cuando pasen el Jordán para entrar en la tierra de Canaán, arrojarán de delante de vosotros a todos los habitantes de la tierra… Porque si no arrojan de delante de ustedes a los habitantes de la tierra, los que de ellos dejen en ella serán como espinas en sus ojos y aguijón en su carne. Los hospitalizarán en la tierra que van a habitar, y yo mismo los trataré a ustedes como había pensado tratar a ellos” (Deuteronomio). ¿Cómo pensaba tratar Dios, según el Moisés de la Torah, a los “habitantes de la tierra” (entiénsase a los palestinos)?: de dos maneras, esclavizándolos o asesinándolos. Ahora fíjense cómo se aplica este “principio sagrado” hebreo a la situación del genocidio en Gaza por parte de las tropas israelíes:
“La conquista de las ciudades”
“Cuando te acerques a una ciudad (Gaza) para combatir contra ella, le propondrás la paz. Si ella te responde con la paz y te abre sus puertas, todo el pueblo que se encuentre en ella te deberá tributo y te servirá. Pero si no hace la paz contigo y te declara la guerra, la sitiarás. Yahvé, tu Dios, la entregará en tus manos, y pasarás a filo de espada a todos sus varones; las mujeres, los niños, el ganado, todo lo que haya en la ciudad, todos sus despojos, los tomarás como botín”. Deuteronomio, 20, 10-14).
Esto es lo que Netanyahu está haciendo en Gaza con el apoyo de Yahvé, el lobby judío-norteamericano, los millonarios norteamericanos y los 5,5 millones de judíos norteamericanos que habitan en los Estado Unidos. Esta enorme fuerza tiene que se detenida a toda costa y creo que TODOS LOS GOBIERNOS LATINOAMERICANOS Y CARIBEÑOS tenemos el deber moral de contribuir a detenerla por todos lo mediios posibles: diplomáticos, económicos, financieros, culturales. Tenemos que declararle un BLOQUEO TOTAL a Israel y sus secuaces y revertir lo que apuntaba arriba en el Deuteronomio. Hoy es Gaza, mañana podremos ser nosotros mismos…