La audiencia del jueves a fin de fijar fianza para Dominique Strauss-Kahn podría significar el fin de su gestión al frente del Fondo Monetario Internacional. Si un juez de Nueva York niega la libertad bajo fianza a Strauss-Kahn, o impone condiciones muy restrictivas a su libertad, el directorio ejecutivo del FMI esperaría que renuncie, dijeron el miércoles dos altos funcionarios del organismo financiero. Si no, el directorio podría destituirlo bajo el argumento de que no podría dirigir el FMI desde una cárcel o lejos de su sede de Washington.

La convocatoria de una cumbre ultraderechista en el Capitolio de Washington para atacar a Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba y Nicaragua se denunció hoy en esta capital. El evento tendrá lugar el 26 de este mes, bajo el tema: ¿Legitimidad Perdida? Cómo el Socialismo del Siglo XXI subvierte la democracia en América Latina.

Más de 4.000 personas, según la policía, respondieron al llamamiento que corrió por las redes sociales en apenas unas horas para reunirse a las ocho de la tarde en la Puerta del Sol. La multitud se sentó en el suelo y el silencio recorrió la plaza. “¿Queréis que nos quedemos aquí?”, preguntó una chica con un megáfono. El “sí” unánime desató los aplausos.

Las imágenes de Dominique Strauss-Kahn sin afeitar y custodiado por policías eran extrañamente familiares para muchos en Francia, donde ver series policiacas estadounidenses es un deporte nacional. Pero que el hecho de que el acusado fuera el político socialista y director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) generó una verdadera conmoción en el país.

Cuba defendió hoy la preservación de la salud como derecho humano fundamental, al tiempo que expresó preocupación por la crisis financiera, alimentaria, energética y ambiental que afecta al orbe. Durante su intervención ante la 64 Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en esta urbe suiza, el viceministro cubano José Angel Portal, dijo que el actual panorama internacional afecta a muchos países.

“Yo quisiera tomarle la mano, pero imagínate, seguro no me dejan, ¡ella es quien es!”, escuché decir a la niña que justo a mi lado esperaba por la dueña de una voz de ángel. El concierto acababa de terminar con la conmovedora idea de tejer una ronda. La cantante se la había pedido prestada a Teresita Fernández y lo consiguió: manos tomadas, voces en coro, toda una diversión en la que los pequeños disfrutaban, mientras unos mayores evocaban sus arrullos en brazos de la madre o la abuela y otros sentían el calor de sus hijos al prodigarles los cantos.