Cada vez con más frecuencia el mundo mira hacia oriente y no es casualidad. El desarrollo apabullante logrado por los países del continente asiático en los últimos años se ha traducido en una mayor influencia a nivel global, vaticinio de que el «ansiado» equilibrio en el escenario político internacional podría llegar dentro de muy poco.

Hace algunos meses alertábamos de las terribles consecuencias de gestionar una economía sin soberanía monetaria y con crisis de cuenta corriente.[1] Los críticos de la política económica de Correa omiten los tres equilibrios sectoriales (fiscal, externo y privado) básicos de cualquier economía, sin advertir que éstos no son sectores autárquicos y que el sector externo es crucial a la hora de entender los ciclos económicos en Ecuador y América Latina.

El 48 por ciento de los argentinos están endeudados con algún tipo de financiación en el sistema financiero según datos de la Central de Deudores del Sistema Financiero del Banco Central de Buenos Aires, capital argentina.

¿Es posible llegar al 2030 con el 24 % de la energía del país generada mediante fuentes renovables de energía (FRE)? La pregunta surgió durante los debates de la Comisión de Industria, Construcción y Energía de la Asamblea Nacional, que analizó la política para el desarrollo sostenible de esas fuentes y la Empresa Eléctrica de Cuba.

Por mucha unión que se haya querido conseguir, a lo largo de los años, lo cierto es que Reino Unido siempre quiso tener una posición peculiar respecto al Viejo Continente, hoy agrupado en la Unión Europea (UE).

El Petro tiene todas las oportunidades para poner al mercado de monedas digitales a sus pies. Las reglas con las que se programe el activo digital venezolano deberán respetar los mejores estándares de la comunidad de criptomonedas para generar confianzas y seguridad.