Crímenes de una dictadura
Los años de mayor intensidad agresiva de la tiranía fueron 1957 y 1958, porque a medida que se incrementaba la resistencia se consolidaba la lucha clandestina y avanzaban las tropas rebeldes, los sicarios arreciaban sus indiscriminadas cacerías: fosas comunes, cuerpos sin identificar y personas cuyo paradero es aún una incógnita.