La Presidenta y otros directivos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos comparecen nuevamente en la Mesa Redonda para informar sobre las acciones del país para enfrentar la intensa sequía de los últimos meses, incluyendo el uso de técnicas de desalinización para agua de consumo humano y para procesos industriales.
El metrado para el control del consumo y cobro del agua avanza a buen ritmo en Holguín, donde este servicio ya abarca casi todos los municipios de la provincia. De acuerdo con Jorge Quevedo, subdelegado de inversiones del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) en el territorio, para el actual año se prevé la puesta en funcionamiento de unos 22 mil hidrómetros, lo cual permitirá continuar con el mejoramiento del ciclo de entrega de agua.
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) concluyó una primera etapa de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución relacionados con su gestión. Según un informe divulgado por el INRH, en el período de 2012 a 2015 se lograron impactos en cuanto a la reducción de los ciclos del suministro de agua y el mejoramiento de la situación higiénico-sanitaria en numerosos territorios.
Reconocidos especialistas de la Agencia de Medio Ambiente, el Instituto de Meteorología y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos comparecerán este martes en la Mesa Redonda para actualizar informaciones sobre la sequía que enfrenta el país. Cubavisión, Cubavisión Internacional y Radio Habana Cuba transmitirán este programa desde las 7:00 pm y el Canal Educativo lo retransmitirá al final de su emisión del día.
Más de 7 mil 32 metrocontadores de agua se han instalado en entidades y viviendas de la provincia como parte del programa de hidrometría que se aplica en el país en cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
Desde 1901, este ha sido el quinto período enero-septiembre menos lluvioso. La sequía afecta actualmente el 70 por ciento del territorio nacional. En consecuencia, se prevé un aumento de la aridez, una disminución de las precipitaciones y menos capacidad para embalsar agua.