La explosión de una o dos bombas de gran potencia cerca de la sede del gobierno en Oslo y un tiroteo en un campamento de verano laborista, al que tenía previsto acudir el primer ministro, causaron este viernes varios muertos y heridos, en lo que parece un ataque coordinado contra el corazón de Noruega.
El grupo de piratas informáticos Anonymous aseguró el jueves haber ‘hackeado’ el sitio en internet de la OTAN y tener en su poder un gigabyte de documentos del organismo, y prometió “continuar combatiendo” a empresas y gobiernos. “Sí, #OTAN ha sido pirateado. Y tenemos un montón de material confidencial“, se podía leer en la cuenta “AnonymousIRC” en el sitio Twitter.
Webster Griffin Tarpley vino a Libia en su insaciable y permanente examen de lo que a los ojos de muchos casi siempre escapa. ¨Estoy en una misión de búsqueda de la verdad¨, me dice Tarpley antes de recordarme su oficio de escritor, historiador e incluso periodista aunque esta última sea ¨una palabra obscena por estos días. Me puede llamar filósofo, un filósofo de la historia. Pero lo que estoy haciendo aquí en lo fundamental es saber lo que sucede, para tratar de abrir alguna brecha en el apagón mediático prevaleciente en los medios occidentales.¨
Tras cuatro meses de bombardeos sobre Libia a un costo de mil 560 millones de dólares, los sublevados no logran un avance sustantivo en el terreno militar, los civiles muertos o heridos suman más de 6 mil y la situación se torna económicamente insostenible para la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En Mesa Redonda sobre el tema, la académica María Elena Álvarez y los periodistas Ana Teresa Badía, Moiseés Saad, Leonel Nodal y Óliver Zamora, explicaron cómo el lenguaje de las potencias occidentales se ha distanciado de la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, al no lograr el control del problema.
Aviones de la OTAN bombardearon varias zonas militares y civiles en Libia, incluyendo esta capital donde ocurrieron una serie de explosiones, informó la televisión estatal. Los ataques provocaron víctimas en instalaciones civiles y militares en Aín Zara y en Tayura, en el gran suburbio al este de Trípoli, según el canal noticioso gubernamental.
Las manifestaciones de rechazo se suman al efectuado por los integrantes de la tribu Tarhuna en el mes de junio, quienes condenaron los bombardeos de las fuerzas intervencionistas contra el país. Desde el jueves, más de 2 mil miembros de las Tribus han exigido el cese a la agresión de las fuerzas imperiales antes que inicie el mes sagrado islámico del Ramadán.