Grupos armados continúan sus actos de sabotaje en Siria y han protagonizado un intento de infiltración en el país, esta vez desde las fronteras turcas, desoyendo el alto el fuego decretado desde el jueves 12 de abril en Siria y el pacto que hicieran con el Gobierno de Damasco. La tentativa de penetración se ha producido este sábado cerca del poblado Kherbet el-Jouz, en la provincia de Idleb, a 330 quilómetros de Damasco, pero la policía fronteriza siria ha provocado la huida de los hombres armados tras confrontarlos, según medios sirios.

Grupos armados en Siria detonaron este jueves un artefacto explosivo al paso de un autobús que trasladaba oficiales y suboficiales a una unidad militar situada en Alepo (norte), causando la muerte de un teniente coronel, mientras que otros 24 uniformados resultaron heridos. Medios locales indican que también fueron afectados un número de civiles que se encontraban en el lugar.

El alto el fuego en Siria entró en vigor el Jueves a las 6H00 hora local (03H00 GMT), de acuerdo con el ultimátum fijado por el plan del emisario Kofi Annan para poner fin a la violencia en el país. Una fuente oficial en el Ministerio de Defensa declaró que: “después de que las fuerzas armadas sirias hayan conseguido cumplir sus operaciones con éxito en la lucha contra los actos criminales de los grupos terroristas armados, y después de haber logrado restablecer el orden sobre su territorio, se ha decidido detener estas operaciones a partir de la mañana del jueves 12 del actual mes de Abril”.

La guerras humanitarias, especialmente con el pretexto de la “Responsabilidad de Proteger” (R2P), son una forma moderna de imperialismo. El modelo estándar que utilizan EE.UU. y sus aliados para ejecutarlas consiste en que una coalición de gobiernos, organizaciones mediáticas y organizaciones de fachada no gubernamentales afirman clamorosamente que existen genocidio y limpieza étnica. Las afirmaciones –a menudo sensacionalistas y sin fundamento– suministran entonces una cobertura moral y diplomática para una variedad de sanciones que debilitan y aíslan al país en cuestión y con ello allanan el camino a la intervención militar. Es el modus operandi post Guerra Fría de EE.UU. y la OTAN.

El gobierno de Siria retiró unidades militares de ciertas provincias, afirmó el martes en Moscú el ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Mouallem, quien estimó que el cese del fuego debe comenzar cuando lleguen al país los observadores internacionales. “Ya hemos efectuado la retirada de unidades militares de ciertas provincias”, dijo Mouallem durante una conferencia de prensa.

El buque guardacostas Smetlivi clasificado por la OTAN como destructor, perteneciente a la Flota del mar Negro de la Armada rusa, abandonó este lunes el puerto sirio de Tartus para llevar a cabo una serie de misiones frente a las costas de Siria, informó una fuente militar. Tras zarpar el pasado 1 de abril desde la base de Sebastopol, el navío atracó tres días después en Tartus, donde Rusia mantiene una base logística para operaciones navales y donde Smetlivi se reabasteció de agua, combustible y víveres.