Washington y Kabul llegaron a un entendimiento parcial sobre una presencia militar norteamericana en Afganistán después de 2014, lo que han nombrado como Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA, por sus siglas en inglés). En el texto, en el que ambos países trabajan desde hace 11 meses, se deben definir las modalidades de la presencia estadounidense en Afganistán cuando termine la misión de combate de la OTAN, a fines de 2014, así como el número de bases norteamericanas en ese país y el estatus de los soldados de Estados Unidos en la zona.
Uno de los temas más controversiales ha resultado el asunto de la inmunidad de los soldados norteamericanos, ya que Washington exige que sus soldados acusados de crímenes en Afganistán sean juzgados por jurisdicciones estadounidenses y no afganas. Sin embargo, el presidente Karzai no pretende responsabilizarse con esta aprobación e indicó que el tema será sometido a la Loya Jirga, la gran asamblea de jefes tribales y representantes de la sociedad afgana.