Al dejar afuera a Cuba en Cartagena, se aísla Washington y no La Habana
De las cinco ediciones de la Cumbre de las Américas, sólo una tuvo un buen principio y final. Fue la IV, realizada en Mar del Plata en noviembre de 2005, cuando entre Néstor Kirchner y Hugo Chávez se las ingeniaron para arruinarle el pastel al texano bruto. El resto de la serie fue hegemonizado o limitado, según los casos, por la política imperial sucesiva de Bill Clinton, George Bush y Barack Obama.