Aunque tardío, el juicio político que se sigue en Londres contra el ex premier Anthony Blair por involucrar a su país en la manipulada guerra estadounidense contra Irak, reitera el cinismo del que timoneara a Gran Bretaña durante una década. En declaraciones telefónicas a la Mesa Redonda, el parlamentario del Reino Unido George Galloway subrayó que aunque Blair ha manifestado que no se arrepiente de sus decisiones belicistas sobre Irak, la opinión pública británica lo halla culpable de crímenes de guerra y espera que lo juzgue el tribunal de La Haya.
El investigador Ernesto Domínguez y los periodistas Bárbara Betancourt, Elsa Claro, Óliver Zamora Y Randy Alonso, señalaron que el Partido Laborista, facción del ex premier, ha perdido su influencia y trata de sobrevivir en el panorama político británico.