El que Carlos Manuel de Céspedes, el 27 de febrero de 1874, hubiera salido a combatir con sus últimas balas; que hubiera caído, no constituyó, como diría Fidel, una derrota, fue un acto de coherencia con lo que él había predicado durante toda su vida. La reflexión la compartió el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con jóvenes de Santiago de Cuba y Granma.

Con la colocación de una ofrenda floral al pie del monumento funerario de Carlos Manuel de Céspedes, una representación de los santiagueros rindió homenaje este domingo al Padre de la Patria. También se colocaron obsequios florales en la cripta dedicada al Héroe Nacional, José Martí, y el monolito que atesora las cenizas del Comandante en Jefe, Fidel Castro, líder Histórico de la Revolución.

Una ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba fue depositada hoy ante el monumento funerario erigido a Carlos Manuel de Céspedes en el cementerio Santa Ifigenia, de Santiago de Cuba, en ocasión de conmemorarse el aniversario 150 de su caída en combate. En San Lorenzo, lugar donde el patricio bayamés cayera en desigual combate se le rendirá homenaje.

Historiadores cubanos, reunidos en Bayamo en su XXIII Congreso Nacional, fueron convocados por la Mesa Redonda para evaluar la trascendencia del Bicentenario del Padre de la Patria, desde la perspectiva de la Historia y sus enlaces con el pasado y el presente de la nación. 

Cuentan que faltaban dos horas para la medianoche de aquel domingo luminoso del 18 abril de 1819 cuando Carlos Manuel respiró por vez primera en este mundo, justo en la casa del callejón de la Burruchaga, en la Villa San Salvador de Bayamo. Dicen que su madre, doña Francisca, lo arropó en su regazo; y que su padre, don Chucho de Céspedes, lo alzó como trofeo.

Historiadores cubanos, reunidos  en Bayamo en su XXIII Congreso Nacional, son convocados por la Mesa Redonda para evaluar la trascendencia del Bicentenario del Padre de la Patria, desde la perspectiva de la Historia y sus enlaces con el pasado y el presente de la nación.