Los inspectores internacionales que van a investigar si el ejército sirio utilizó armas químicas en la población de Duma el 7 de abril llegaron el sábado a Damasco, el mismo día de los bombardeos de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia. El hecho de que Washington escogiera como día de bombardeo el sábado, es decir el mismo día que llegaban los inspectores, es bastante revelador al respecto.
Un libro del exdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI) James Comey sale hoy al mercado en medio del creciente enfrentamiento entre el autor del volumen y el presidente estadounidense, Donald Trump.
Era una fresca mañana de abril y la población se dirigía hacia sus centros de trabajo o estudio. Más tarde se conocía del traicionero y sangriento ataque aéreo a los aeropuertos de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y Santiago de Cuba, con mortíferas cargas de fabricación yanqui, preludio de la invasión mercenaria en Playa Girón.
Los ataques aéreos de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia contra Siria son una violación de los principios básicos del derecho internacional sobre el no uso de la fuerza militar, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hua Chunying, citada por RIA Novosti.
Quizá este teorema lo sopesan los estrategas de Rusia e Irán, quienes optaron por una actitud prudente frente a la andanada de misiles fallidos que no tocaron a rusos e iraníes en Siria.
El embajador sirio ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Bashar Jaafari, condenó el ataque llevado a cabo por Estados Unidos (EE.UU.), Reino Unido y Francia contra la nación árabe.