En las últimas 24 horas, fuerzas estadounidenses han lanzado 100 misiles del tipo Tomahawk sobre Libia, según informaciones emitidas por el propio Pentágono. Un total de 259 de estos obuses (piezas de artillería) han sido lanzados por Estados Unidos, el Reino Unido y Francia desde que comenzó el 19 de marzo pasado la operación militar, bautizada como “Odisea del amanecer”.
Las autoridades de Estados Unidos dieron órdenes a sus agentes radicados en la embajada en México, que ocultaran a las autoridades locales la operación de tráfico de armas vigilado hacia ese país, informó un testigo. El exjefe de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego en México, Darren Gil, es el tercer testigo que relata a la cadena estadounidense CBS, detalles de la operación encubierta conocida como Rápido y Furioso.
La sesión recibirá un informe del comité encargado del seguimiento de esos castigos acordados por unanimidad de los 15 miembros de ese órgano. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas analizará este lunes la puesta en práctica de las sanciones que decretó contra Libia en su resolución 1.970 del pasado 26 de febrero.
Los rebeldes toman territorios apoyados por ataques aéreos aliados, acciones coordinadas por los gobiernos de Estados Unidos, Francia y Reinno Unido. Los rebeldes llegaron este domingo a la ciudad de Brega, luego de desplazar a las fuerzas del Gobierno de una estratégica localidad en el este del país, mientras las tropas de Muammar Al Gaddafi controlaban el principal bastión de la revuelta en el oeste.
La coalición internacional bombardeó hoy la ciudad de Sebha, a 750 km al sur de Trípoli, cuya población apoya al líder libio Muamar Gadafi, informaron agencias. En Sebha, además, está emplazada una base militar de las tropas gubernamentales de Gadafi, que retienen una antigua fortaleza construida en los tiempos de la colonización italiana del norte de África.
El objetivo no es ir al rescate de civiles. Todo lo contrario. Se han preseleccionado blancos de ataque militares y civiles. Las bajas civiles son intencionales. No son el resultado de “daños colaterales”. Hubo reportes confirmando que se han bombardeado hospitales, aeropuertos civiles y edificios gubernamentales.