Enésimo fracaso de la Unión Europea
La cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno ha vuelto a poner de manifiesto que priman los intereses del socio mayoritario, Alemania y que el comportamiento del resto se aproxima a lo que en economía industrial se conoce como el modelo Líder-Seguidor. Esto implica que el funcionamiento de la Unión responde a la existencia de un directorio, que aporta todo el espíritu institucional, un Banco Central antiinflacionista, el desprecio del Parlamento Europeo, tics autoritarios y prepotentes, y un modelo social y económico basado en la austeridad prusiana, donde el consumo privado es castigado con penas muy severas y cualquier desviación supone de facto el repudio del culpable.