El nuevo presidente francés, François Hollande, resaltó, en su primer discurso como jefe de Estado, que la justicia será su único criterio al momento de tomar cualquier decisión, y por ello mantendrá una política de respeto hacia todos los pueblos del mundo. Desde el Palació del Elíseo, donde fue juramentado, destacó que Francia, como depositaria de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, “es un país comprometido con el mundo (…) fiel a su vocación de defender la libertad de los pueblos, el honor de los oprimidos, la dignidad de las mujeres“.