Asediados en sus fortalezas
Las embajadas de Estados Unidos sólo tienen de embajada el nombre de su categoría diplomática. Son en realidad centros de espionaje y puestos de mando militares. Desde la toma de la «embajada» de Estados Unidos en Teherán y la detención del personal que allí se dedicaba al espionaje, Washington sabe perfectamente que está violando la Convención de Viena. Al mismo tiempo, el Departamento de Estado ha transformado sus «embajadas» en verdaderas fortalezas, a pesar de lo cual estas siguen siendo vistas como blancos, precisamente debido a las actividades ilegales que desarrollan.