Fidel, un admirador del virtuosismo de Agramonte
Si el 26 de noviembre de 1868, no hubiese resonado aquella exclamación: “¡Acaben de una vez los cabildeos, las torpes dilaciones, las demandas que humillan: Cuba no tiene más camino que conquistar su redención arrancándosela a España por la fuerza de las armas!”, probablemente, ese mismo día, en la reunión del Paradero de Las Minas, […]