La rebatiña colonial regresa al galope. Después de Libia será Siria mediante una “intervención limitada” de Francia, Inglaterra y Turquía, según el periódico francés Le Canard Enchaîné (23 noviembre 2011), y otra vez con el apoyo de la armada canadiense que el primer ministro conservador de Ottawa, Stephen Harper, dejó en el Mediterráneo para apoyar cualquier intervención de países de la OTAN (CBC, 20 noviembre 2011). Y luego “irán por Irán”, como escribía Juan Gelman en Página/12 el pasado 13 de noviembre.

Veinticinco años después de que se destapara el escándalo Irán-Contra, uno de los mayores problemas que afrontó la administración Reagan por vender armas a Irán para financiar a la guerrilla antisandinista de Nicaragua, EEUU libra una batalla totalmente opuesta para aislar y desarmar al país islámico.

La portada del New York Times hace hoy exactamente 25 años publicaba que Reagan, uno de los presidentes neoconservadores más influyentes, había llegado a un acuerdo con el Gobierno del ayatolá Jomeini para venderle misiles.

Mientras examinan el tablero de ajedrez y el formidable despliegue de fuerzas alineadas contra ellos, el Supremo Líder Ayatolá Ali Jamenei y la dictadura militar de los mulás en Teherán deben enfrentar, simultáneamente, a la superpotencia Washington, a los miembros de la OTAN, adictos a las bombas, a la potencia nuclear Israel, a todas las monarquías absolutistas árabes suníes, e incluso a la secular Turquía, de mayoría suní. Mientras tanto, por su parte, la República Islámica solo puede contar con Moscú. No es una mano tan mala como podría parecer.

Doce presuntos agentes de la CIA fueron arrestados en Irán por haber intentado recabar información sobre los programas militares y nucleares del país, informó la agencia estatal iraní IRNA, que citó a un diputado presidente del Subcomité de Seguridad Nacional del Comité de Política Exterior iraní. Según el legislador Parviz Sorouri, los presuntos agentes de la CIA operaban en coordinación con el servicio secreto israelí Mossad y otras agencias de espionaje regionales. Sin embargo, no precisó la nacionalidad de las personas arrestadas ni los lugares o fechas de su arresto.

El 50% de los americanos creen que una acción militar debería ser adoptada para frenar el programa militar de Irán, si es que no funcionan las sanciones económicas y políticas, según una encuesta nacional difundida este miércoles. El estudio de la Universidad de Quinnipiac, del estado de Connecticut, también estableció que la mayoría de los ciudadanos desaprueban la gestión del presidente Barack Obama (50% contra 44%), incluyendo su manejo de la política exterior, en particular el espinoso asunto de las relaciones con Teherán.

Rusia considera “inaceptables y contrarias al derecho internacional” las nuevas sanciones impuestas la víspera por Estados Unidos contra el sector petroquímico de Irán, así como algunos ciudadanos de la República Islámica, según un comunicado del Ministerio ruso de Exteriores difundido este martes. “La Federación de Rusia considera estas medidas extraterritoriales como inaceptables y contrarias al derecho internacional. Semejante práctica, según muestra la evolución de la situación en torno al programa nuclear iraní, dificulta gravemente el avance hacia un diálogo constructivo con Teherán”, dice el documento.