Nuevas revelaciones acerca de oficiales británicos que buscan ganar acuerdos petroleros lucrativos en Libia han confirmado la determinación de Gran Bretaña para explotar los recursos libios. Mientras que el gobierno británico se encuentra bajo fuego por sus vínculos secretos con Muammar Gaddafi, nuevas revelaciones en torno al papel de un ministro británico en un acuerdo petrolero de mil millones de dólares han planteado más preguntas acerca de la integridad del gobierno británico y los detalles de sus operaciones a puestas cerradas.

Muamar Gadafi, el ex hombre fuerte de Libia ahora huido, fustigó este jueves “la guerra sicológica y las mentiras” acerca de las especulaciones de su eventual huida al vecino Níger, en un mensaje sonoro difundido por la televisión Arrai, basada en Damasco. “Ya no les queda nada más que la guerra sicológica y las mentiras. Han dicho últimamente que han visto a Gadafi en un convoy hacia Níger”, declaró Muamar Gadafi en su primer mensaje en varios días, antes de ironizar: “¡Como si fuera la primera vez que un convoy pasa a Níger!”.

La continuidad de los bombardeos de la OTAN sobre la ciudad de Sirte y el asedio para un inminente asalto a Bani Walid y Sabha, ciudades aún fuera del control de las fuerzas opositoras al líder libio Muammar al Gaddafi, demuestran que la nación norafricana sigue en plena guerra. En Mesa Redonda sobre la situación en el Oriente Medio, la analista Idalmis Brooks y los periodistas Juan Dufflar y Óliver Zamora afirmaron que el peligro de un gobierno fundamentalista se cierne sobre Libia, donde la agresión imperialista ha dejado una economía devastada y una aguda crisis humanitaria.

El Consejo Nacional de Transición, entretanto, espera por las acciones de apoyo aprobadas en la reciente Conferencia de Amigos de Libia, en París, que serán retomadas en una próxima reunión en Nueva York. De lo que se trata en realidad es del comienzo ahora del reparto futuro de las riquezas de Libia.

Los “rebeldes de la OTAN” siempre han asegurado que no quieren ocupación extranjera. Pero la OTAN –que posibilitó la victoria– no puede controlar Libia sin tropas sobre el terreno. Por lo tanto, en la central de la OTAN en Mons, Bélgica, juegan con múltiples escenarios, bajo una cobertura de terciopelo de las Naciones Unidas.

The Associated Press anunció con frialdad la matanza de un grupo de hombres de raza negra instalados en un campamento frente a la residencia presidencial libia. Decenas de cadáveres maniatados fueron descubiertos. La agencia añade que no eran combatientes. Michel Collon estaba allí con una delegación en el mes de julio donde a estos hombres que aman Libia y nos relatan acerca de lo que vieron con sus propios ojos.

En un reportaje de Russia Today TV, se señala que la intervención internacional de Libia podría deberse a la intención de Gaddafi de querer introducir la circulación del dinar de oro en Libia y en los países musulmanes. El lider libio estuvo abogando durante meses por la introducción de esta moneda para todas las naciones musulmanas. Parece ser que Muammar el Gaddafi pretendía vender petróleo únicamente a cambio de dinares de oro y rivalizar con el dólar y el euro.