La otra guerra contra Libia
Antes de lanzar el primer misil, los estrategas del Pentágono y la OTAN estaban convencidos, de que la guerra contra Libia estaba perdida de antemano si usaban sólo fusiles y bombas. Potentes medios de comunicación de cobertura mundial hicieron su parte antes de la contienda; definieron claramente, con mensajes e ideas muy sencillas, la necesidad de enfrentar a un maquiavélico enemigo de ¨victimas indefensas¨. Apareció de repente otro Saddam Hussein, capaz de las atrocidades más espantosas contra la santísima Trinidad moderna de la libertad, la democracia y los derechos humanos.