El canciller del Líbano, Adnan Mansour, afirmó este lunes que su país no aprueba ni acata las sanciones dictadas por la Liga Árabe (LA) contra Siria. Mansour explicó que Beirut se opone a tales represalias porque generarán masivas repercusiones negativas contra el Líbano, país fronterizo con Siria. Líbano y Siria desarrollan un amplio comercio de mercaderías y una política de fronteras abiertas que beneficia los mercados de ambos países, además de existir históricos lazos de cooperación en otros campos.

Bajo fuerte presión de Estados Unidos y Europa, la Liga Árabe (LA) finalmente optó hoy por dictar sanciones económicas contra Siria, con reserva de varios de sus miembros, decisión que generó manifestaciones de repudio en este país. Tras divulgarse aquí la noticia, millares de personas en varias ciudades sirias salieron a las calles a repudiar tal decisión. La televisión muestra imágenes de masivas concentraciones en Damasco, Tartous, Lattakia y Hasaka.

Francia buscará el apoyo árabe el jueves para crear un corredor humanitario en Siria, la primera vez que una potencia occidental sugiere una intervención internacional desde que comenzó la revuelta de ocho meses contra el presidente Bashar al-Assad. El ministro de Relaciones Exteriores Alain Juppe, que propuso la idea el miércoles, dio más detalles del plan y dijo que lo va a transmitir en una reunión de cancilleres de la Liga Arabe en El Cairo.

En un acto sin precedente, la Liga Árabe se apresta a imponer sanciones económicas y formalizar la separación de Siria, que de ser el caso, sería la primera ocasión en que este organismo regional aplica tal represalia contra un miembro fundador. El consejo ministerial del bloque de 22 estados, que tiene a Catar como presidente de turno, tiene previsto una reunión en Kuwait el jueves 24 para volver a abordar el caso sirio, y adoptar lo que gobiernos en Occidente desean, la suspensión de Damasco y le impongan sanciones económicas.

La semana pasada, el periodista independiente Sam Husseini fue a una conferencia de prensa del príncipe Turki al-Faisal de Arabia Saudí en el Club Nacional de la Prensa de Washington, del cual Husseini es miembro. Entonces hizo algo que es extraño en la cultura mediática corporativa en EE.UU. Se condujo como un verdadero periodista e hizo una pregunta dura, pertinente, sin ningún tipo de restricciones.

El canciller ruso Sergey Lavrov dijo que los llamamientos de las capitales occidentales a la oposición siria a rechazar el diálogo con el gobierno de Basher El Assad es una provocación política a escala internacional. Lavrov, durante una rueda de prensa celebrada en Moscú, dijo que es necesario detener la violencia, pero este llamamiento se debe hacer también a los grupos armados que se han infiltrado en la oposición siria.