La avalancha de recursos fue presentada por ciudadanos comunes. Todos fueron desestimados. Aíslan al expresidente: le prohiben dar entrevistas y comunicarse por redes.

Una jornada de locura en la justicia brasileña, donde los jueces encarcelaban y desencarcelaban al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva y la gente salía a las calles exigiendo su libertad fue la de este domingo, sin embargo, no se concretó la salida de la prisión de Curitiba, lugar que lo mantiene confinado.

El viceministro de Comunicación Internacional de Venezuela, William Castillo, denunció hoy que en Brasil existe una ruptura de la democracia, a raíz de la destitución por el Congreso, sin los argumentos suficientes, de la expresidenta Dilma Rousseff, en 2017.

El ex presidente Lula da Silva continuará en prisión. Su libertad volverá a ser tratada, en agosto, por la Corte Suprema brasileña. Este es el resultado final de una pulseada entre cuatro magistrados, protagonizada el domingo, que dejaría al desnudo un nivel de “fragilidad institucional” y “desprestigio de la Justicia” según las más diversas opiniones de jueces, ex jueces y juristas.

El sometimiento a procesos judiciales interesados a líderes políticos progresistas de la región como Lula, Dilma, Cristina, Lugo, Correa y otros y la conexión de los estamentos judiciales de América Latina con academias, fundaciones y otros instrumentos de formación ideológica del imperio serán analizados en la Mesa Redonda.

“Lula no está solo ni política ni jurídicamente”, enfatizó el presidente de Bolivia, Evo Morales, tras la sentencia del Tribunal Regional de la Cuarta Región.