Desde Durban, para sobrevivir el siglo XXI
La concentración de CO2, el principal gas de efecto invernadero, alcanzó las 389 ppm (partes por millón) este año y las emisiones globales crecieron 5.9 por ciento (a pesar del freno en la actividad económica debido a la crisis). Estas noticias no son buenas. Seguimos en una trayectoria de incrementos de temperatura superiores a los dos grados centígrados, con consecuencias extremas en materia de sequías, inundaciones, deshielo de glaciares, aumento en el nivel del mar y, en general, impactos severos sobre agricultura y formas de vida de millones de personas. El momento de actuar pasó hace años, pero aún hoy se podría hacer algo para evitar lo peor. Y sin embargo, en Durban seguimos enredados en el egoísmo y ceguera de los poderosos.