Habrá que ver si la forzada renuncia del ya ex presidente Pedro Pablo Kuczynski, acusado de corrupción, no altera los planes de Estados Unidos y de la derecha latinoamericana para convertir a la inminente Cumbre de las Américas del 13 y 14 de abril en un foro propicio para denostar, condenar y desestabilizar al gobierno de Venezuela.
El Grupo de Lima, en un paso que viene acompasado con la presión en el terreno político para aumentar las medidas de intervención en los asuntos internos de Venezuela, ha manifestado su rechazo absoluto a la decisión soberana del Estado venezolano de convocar elecciones presidenciales para el 22 de abril de este año.
El jefe de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) de la OEA, el peruano Juan Jiménez, informó este viernes sobre su renuncia de manera “irrevocable” tras diferencias con el secretario general de la organización, Luis Almagro.
El gobierno de Estados Unidos (EEUU) promueve el escenario de una guerra civil artificial en Venezuela para justificar la intervención en el país, con respaldo de organismos y otros gobiernos de la región, alertó este lunes el viceministro de Relaciones Exteriores para América del Norte, Samuel Moncada.
Preguntado sobre el papel de la Organización de Estados Americanos en el tema de Venezuela, Correa aseveró: “El rol de la OEA ha sido muy triste, y también inconsistente y de doble estándar”
La maniobra comenzaría con un plan de asedio contra Venezuela desde la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), celebrado en Ginebra, Suiza, y desde la reunión de cancilleres y la posterior Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Cancún, México.